La histórica y estrecha relación que España tiene con Tierra Santa lo será si cabe un poco más a partir de ahora. Javier Martínez Alcalá, un joven de Zaragoza, el lugar en el que la Virgen María se apareció al Apóstol Santiago, dedicará su vida precisamente a servir a la tierra en la que nació Jesús y el propio hijo de Zebedeo.
El pasado fin de semana, en la víspera de la fiesta de la Inmaculada, este español fue ordenado diácono en la iglesia de los Doce Apóstoles de la Domus Galileae, la casa que el Camino Neocatecumenal tiene junto al Mar de Galilea, en Tierra Santa.
Sacerdote para Tierra Santa… o para Arabia
A partir de ahora Javier Martínez ejercerá como diácono antes de ser ordenado sacerdote para el Patriarcado Latino de Jerusalén, y llevará el Evangelio no sólo por Israel, sino también por los países vecinos como Jordania, donde ya ha pasado un año realizando una experiencia misionera.
La celebración fue presidida por el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, y junto a él estuvieron los distintos líderes de las comunidades religiosas de Galilea y Jaffa, Tarshiha y Kufar Yasif, donde este nuevo diácono completa su itinerario de formación en la fe.
Según informa el Patriarcado en una nota, el evento también se vio enriquecido por la celebración de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, de particular importancia para el Camino Neocatecumenal, ya que ese mismo día su iniciador, Kiko Arguello, recibió hace más de medio siglo de parte de la Virgen la inspiración realizar comunidades cristianas como “la Sagrada Familia de Nazaret, que vivan en humildad, sencillez y alabanza, y donde el otro es Cristo». Este fue el germen de lo que hoy es una de las realidades eclesiales más pujantes de la Iglesia.
«El que te trajo aquí no te abandonará»
Pizzaballa se dirigió al nuevo diácono español: «En el día de tu ordenación diaconal, la liturgia te dice que estás aquí por la gracia de Dios, por su intervención (…). Seguramente hoy en tu corazón tendrás temores sobre tu futuro, pero esta Palabra te invita a confiar porque el que te trajo aquí no te abandonará”.
«¡Que seas un servidor de la Iglesia, que toda tu vida sea un servicio confiado a la Palabra de Dios, y puedas ser testigo de quién eres y de a quién perteneces!», le dijo el arzobispo a Javier.
«Estoy dispuesto a ir donde sea»
En una reciente entrevista con Religión en Libertad, Javier Martínez hablaba sobre la vocación que le acabó llevando a Tierra Santa. En el Seminario Redemptoris Mater de Galilea hay 34 seminaristas de 14 países, y candidatos no sólo de rito latino sino también maronitas y greco-melquitas.
Tras más de 8 años en Galilea su vida está ya aquí. “Quizás hubiera sido más fácil y más lógico estar en España pero los pensamientos de Dios no son los míos. Yo estoy dispuesto a ir donde sea”, aseguraba.
Además, es literalmente así. Javier ha convivido y convivirá con árabes cristianos, musulmanes y judíos, y explicaba que “me siento llamado a amar a todos, conociéndolos. Hacemos cursos del Corán para conocerlos mejor y estudiamos el hebreo, el judaísmo y sus fiestas, también. Pero sobre todo estamos con los árabes cristianos anunciando que la salvación para todo hombre sea cristiano, judío o musulmán es Cristo».
La alegría está en evangelizar
Esta misión de diaconado de momento le llevará por Israel, pero su misión futura puede estar en tierras del Islam. También en este seminario del Camino Neocatecumenal le han preparado para eso. Ya ha vivido una experiencia misionera en Jordania, pero también podría llegar un día, como otros compañeros suyos, que le toque ser misionero en Siria, Bahrein, Emiratos Arabes y quién sabe si algún día en Arabia Saudí.
“Me veo toda la vida aquí porque lo lleva Dios, no yo. Esto es lo que me da alegría, evangelizar, encomendando mi vida a Él”, explicaba Javier.