Fary Emérito merino, veterano guía franciscano de peregrinaciones españolas a Tierra Santa, hablaba en su libro breve de memorias de sus experiencias con algunos peregrinos en sillas de ruedas en Jerusalén, ciudad de colinas, desniveles y escaleras. A menudo los peregrinos fuertes tenían que llevar en brazos o sostener a los de menos movilidad.
Ahora todo eso se va a simplificar mucho, porque después de 12 años de trabajo, toda la Ciudad Vieja de Jerusalén (un cuadrado de 1 milla de lado) es accesible en silla de ruedas, con rampas en toda su extensión. Les permitirá llegar sobre ruedas a los lugares sagrados y a restaurantes y tiendas.
Las rampas no sólo servirán para sillas de ruedas, sino también para minicoches y para vehículos especiales de emergencias, incluyendo los que apagan incendios o trasladan enfermos.
Además, una aplicación de móvil ayuda con información de audio a los invidentes a orientarse según su ubicación o selección para llegar donde les interese o recibir la información que requieran.
Toda esta mejoría espera volver a servir a los 10 millones de visitantes anuales que recorren la Ciudad Vieja (cuando no hay pandemias ni confinamientos). También beneficiará a los vecinos. Viven en la Ciudad Vieja unas 40.000 personas, de las que unas 5.000 tienen discapacidades y dificultad para el movimiento.
En el Santo Sepulcro, que es un lugar muy especial y donde las modificaciones arquitectónicas son difíciles de pactar entre sus distintas comunidades y de realizar después, las opciones han sido sencillas y poco invasivas: rampas metálicas adicionales en la plaza del Santo Sepulcro y una rampa móvil que se puede colocar en la entrada y se guarda habitualmente detrás de la puerta.
Han colaborado para esta remodelación del barrio 6 organismos del gobierno:
– Ministerio de Turismo,
– Autoridad de Antigüedades,
– Ayuntamiento de Jerusalén,
– Seguro Nacional,
– Compañía de Desarrollo de Jerusalén Este,
– y Ministerio de Asuntos de Jerusalén y de Patrimonio.
Gura Berger, la portavoz de la Compañía de Desarrollo de Jerusalén Este, explicó a Tierra Santa News que para la remodelación se estudió antes el caso de «otras cincuenta ciudades históricas de todo el mundo para ver lo que habían hecho. Hoy puedo decir con orgullo que Jerusalén es la ciudad histórica más accesible del mundo y el resultado es un paisaje urbano confortable».