Este año, los católicos y anglicanos celebran ya la Pascua mientras los greco-ortodoxos y otras iglesias orientales aún están en Cuaresma, con sus ayunos y rigores.
En Jerusalén, el Patriarca ortodoxo y todos los demás representantes de denominaciones cristianas acudieron a la habitual recepción organizada por el cardenal Pizzaballa como Patriarca latino: los de calendario gregoriano recibieron felicitaciones de los de otros calendarios (armenio y juliano).
Pero más allá de la tradición común de visitarse unos a otros cuando llegan las fechas de las Pascuas según cada calendario, los líderes cristianos de todas las iglesias han difundido un mensaje conjunto para la Pascua 2024.
«Nos unimos para proclamar al mundo la Buena Nueva de la Resurrección de Cristo, anunciada primero por ángeles hace casi dos milenios en la tumba vacía, aquí, en la Ciudad Santa de jerusalén», dice el comunicado conjunto.
Después de recordar las palabras de San Pablo en Romanos 6,4-5 («como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, también nosotros vivamos una vida nueva»), los obispos y patriarcas reconocen «el intenso sufrimiento que nos rodea aquí en Tierra Santa, así como en muchas otras partes del mundo. Hablando directamente de nuestras circunstancias, repetimos nuestra denuncia de todas las acciones violentas en la presente guerra devastadora, especialmente las dirigidas contra civiles inocentes, y reiteramos nuestro llamado un alto el fuego inmediato y sostenido».
También renuevan otras peticiones:
– «la rápida distribución de ayuda humanitaria»;
– «la liberación de todos los cautivos«;
– «el acceso sin impedimentos de doctores y equipos médicos completamente equipados para atender a los enfermos y heridos»;
– «la apertura de negociaciones internacionalmente facilitadas para acabar con el actual ciclo de violencia e ir más allá».
Piden una «paz justa y duradera aquí en la tierra donde Nuestro Señor sacrificó su vida, rompiendo el muro divisorio de enemistad, para ofrecer al mundo la esperanza de la reconciliación» (Efesios 2,14; Colosenses 1,20).
Aunque el mensaje de Pascua se dirige a todos los cristianos «y otros» de todo el mundo, saludan especialmente a «los fieles en Gaza que han estado llevando cruces especialmente pesadas en los últimos meses. Eso incluye a los que se refugiaron en las parroquias de San Porfirio y de la Sagrada Familia, así como a los valientes trabajadores y voluntarios del hospital anglicano Ahli, con los pacientes que atienden», detallan.
[San Porfirio es la parroquia ortodoxa, y la Sagrada Familia es católica latina, con un párroco argentino].
A todos les recuerdan la enseñanza de San Pablo en Romanos 8,38: «nada nos podrá separar del amor de Dios».
«Sean cuales sean nuestras circunstancias, nos podemos unir repitiendo el antiguo y gozoso saludo de Pascua que sigue resonando a través de los siglos: ¡Cristo ha resucitado! Al Maseeh Qam! Christós Anesti! Christos haryav i merelotz! Pikhirstos aftonf!«, proclaman en árabe, griego, hebreo, armenio y otros idiomas.