Si hay un lugar especial en que la Navidad cobra un sentido incluso más trascendente es en la pequeña ciudad de Belén, donde Cristo nació de Santa María Virgen. Aunque los cristianos eran una gran comunidad en esta localidad cercana a Jerusalén ahora son ya una minoría. El resto de familias cristianas ha ido abandonando este lugar ante la pobreza y el conflicto político que afecta a Belén desde hace décadas.
Sin embargo, los hermanos Peter y Eli Hosh siguen viviendo en Belén y no quieren abandonar esta tierra santa. Ellos crecieron aquí sabiendo que no sólo era un lugar en el que su familia tenía un hogar o iban al colegio sino que era el lugar en el nació Jesús. Ellos y sus dos hermanas enseñan ahora a sus hijos este misterio y más ahora que la Navidad está a las puertas.
«Estamos viviendo en un lugar sagrado»
“Siento que aquí hay algo grandioso. Estamos viviendo en un lugar sagrado”, afirma Eli, de 50 años y el mayor de los hermanos. Según recoge The Boston Pilot, “Belén es importante para nuestra familia, y se lo digo a mis hijos. Jesús nació aquí. Siempre he sentido la santidad aquí, en mi ciudad”.
A diferencia de otras muchos cristianos de Belén, ninguno de los hermanos Hosh se ha mudado al extranjero. Por ello, Peter afirma que “lo más importante es que los cristianos locales se queden. Año tras año vemos menos familias cristianas aquí. ¿Por qué? Es difícil para todos. Tenemos dificultades en la vida, lo sabemos, pero tenemos que quedarnos aquí y arreglar esto.
Estos dos hermanos, católicos melquitas, dirigen uno de los restaurantes de carne a la parrilla más conocidos de todo Belén, el Abu Eli. Fue fundado en 1999 por su difunto padre. De hecho, este local es el favorito de los cristianos locales para la cena de Nochebuena.
Este año, Peter Hosh afirma que puede experimentar la maravilla de la Navidad a través de los ojos de su hija de 3 años, que ahora ya empieza a comprender que está viviendo en el lugar donde nació Jesús.
«Como cristiana es un privilegio»
Katherine, la madre de estos hermanos, afirma estar orgullosa de que todos sus hijos se hayan quedado en Belén. “Como cristiana es un privilegio poder ir a misa a la iglesia de Santa Catalina, adyacente a la basílica de la Natividad”.
Eli y Peter Hosh dijeron que nunca sintieron la necesidad de abandonar Belén por mucho tiempo. Peter Hosh completó todos sus estudios académicos, incluida su licenciatura en administración hotelera, en la Universidad de Belén.
«Viajo al extranjero, pero no puedo alejarme de Belén por más de una semana», dijo. «Si estoy fuera por más tiempo, no me siento bien. Me siento más cómodo aquí que en cualquier otro lugar del mundo. Quizás haya algo secreto aquí. Quizás sea una señal de que hay algo especial aquí. La mayor parte de nuestra ciudad es musulmana, así que tal vez algunos (cristianos) se van (porque) tienen miedo, pero yo no tengo miedo. Siento que esta es nuestra ciudad, nuestro pueblo”.
Una Navidad feliz
A pesar de las dificultades políticas, dijo, la vida para él en Belén es buena. Todos se conocen y se saludan en la calle. Abu Eli les da la bienvenida a todos, dijo Peter Hosh, y recordó cómo, antes de la intifada, el restaurante estaba lleno de israelíes los sábados.
En la víspera de Navidad, el restaurante sirve fukura, un estofado festivo de cordero y patatas que se ha cocinado durante cinco horas en una olla de barro cubierta sobre la llama de carbón. Los Hoshes ponen música navideña y dan la bienvenida a las familias cristianas que celebran la festividad.
«Nos sentimos muy felices, ves a muchas personas que vienen aquí y se divierten y se sienten felices. Conocemos a las familias desde hace mucho tiempo, y sientes que eres parte de su celebración, y que disfrutas con ellas», dijo Peter. Hosh «No es solo trabajar. Cuando terminamos (de servir) nos sentamos y nos unimos a ellos para tomar una copa y hablar».