La oración de Pablo VI ante el Santo Sepulcro, releída en una exposición que conmemora su viaje a Tierra Santa

El histórico viaje de Pablo VI a Tierra Santa, del 4 al 6 de enero de 1964, está siendo objeto de una exposición conmemorativa en Jerusalén, organizada por la Custodia de Tierra Santa y por la Oficina de Bienes Culturales.

La muestra, denominada Sanctus in Terra Sancta [Un santo en Tierra Santa] fue inaugurada el 31 de octubre en presencia del Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, y del delegado apostólico en Jerusalén, monseñor Leopoldo Girelli.

Incluye algunos objetos litúrgicos utilizados por aquel Papa, canonizado pocas fechas antes (el día 14), en el Santo Sepulcro: el altar de madera, los candelabros, el misal pontifical, los cálices y patenas, además de sus vestiduras, como casullas, estolas y los zapatos papales prescritos por las rúbricas.

También se exhiben elementos de la colección de sellos y medallas catalogadas por la Custodia con motivo de la visita de Pablo VI.

Igualmente, tres regalos importantes: la rosa de oro que Pablo VI dejó en Belén, la diadema de Nuestra Señora de Nazaret y el ramo de olivo de la paz. La exposición se desarrolla en catorce paneles que presentan los lugares evangélicos visitados por el Papa y los principales encuentros ecuménicos de su peregrinación.

En el acto de inauguración intervinieron, de izquierda a derecha en la foto: fray Stéphane Milovitch, responsable de bienes culturales de la Custodia y uno de los organizadores de la exposición; fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa; monseñor Leopoldo Girelli, delegado apostólico en Jerusalén; y fray Claudio G. Bottini, profesor emérito en el Studium Biblicum Franscicanum.

Durante el acto de inauguración, y para confirmar la importancia espiritual de Pablo VI, fray Stéphane Milovitch, responsable de bienes culturales de la Custodia de Tierra Santa, concluyó el acto de apertura retomando una oración del Papa delante del lugar de la Resurrección:

“Estamos aquí, Señor Jesús.
Hemos venido como vuelven los culpables
al lugar de su delito.
Hemos venido como aquellos
que te han seguido y también traicionado,
muchas veces fieles y muchas veces infieles.
Hemos venido para reconocer
la misteriosa relación entre nuestros pecados
y tu Pasión: nuestra obra y Tu obra.
Hemos venido para arrepentirnos,
para pedirte perdón,
para implorar Tu misericordia.
Hemos venido porque sabemos que Tú puedes,
que Tú quieres perdonarnos,
porque Tú has expiado por nosotros.
Tú eres nuestra redención y nuestra esperanza”.

Con información de la Custodia de Tierra Santa.

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