La Escuela Santa María de Jericó necesita ayuda porque corre un peligro cierto. Cien alumnos no pueden pagar la cuota escolar anual (810 euros al año), y si no lo hacen la continuidad del colegio se ve comprometida. Los 46 profesores han aceptado una reducción salarial para contribuir a mejorar la situación, pero no es suficiente.
De ahí que la comunidad educativa haya lanzado un llamamiento para contribuir a pagar esa escolarización de cien niños y garantizar la supervivencia de una institución que ha vivido de todo desde su fundación hace noventa y tres años.
La escuela fue fundada por las Hermanas Franciscanas Misioneras de Egipto en 1932, bajo el mandato británico en Palestina. Jericó, que hoy tiene 25.000 habitantes, era entonces una localidad agrícola y las religiosas improvisaron las primeras aulas para niñas en sencillas cabañas. En los años 50, bajo control de Jordania, la ciudad creció y también lo hizo el colegio, con mejores instalaciones y un mayor número de alumnos.
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Durante los conflictivos años 70 y 80 y las intifadas, el colegio permitió la continuidad de una educación estable para los niños, principal garantía para su futuro. En 2004 pudieron emprenderse nuevas ampliaciones que han permitido llegar a los 585 alumnos actuales.
Para que este esfuerzo educativo de casi un siglo no desaparezca, Pro Terra Sancta ha lanzado una campaña de ayuda a la Escuela Santa María de Jericó para contribuir a pagar la matrícula anual de un niño en Jericó: pincha aquí para colaborar económicamente en esta iniciativa con cualquier suma.