Diez curiosidades sobre los lugares más importantes de toda peregrinación a Tierra Santa

Viajar a Tierra Santa, esto es, a los santos lugares donde nació, vivió, murió y resucitó Jesucristo, es mucho más que un viaje para hacer turismo. Los católicos tenemos la oportunidad de tocar, sentir y vivir sitios que significan todo un refuerzo para la Fe. Estar en Galilea, Palestina, Jerusalén… comporta revivir los Evangelios en el sitio donde se produjeron todos los hechos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Y en muchos de estos lugares hay una serie de curiosidades que pueden pasar inadvertidas para el peregrino. Aquí desvelamos diez de ellas para así apreciar mejor todo lo que conlleva un viaje a Israel y, por ende, a Tierra Santa.

La estrella española de la Basílica de la Natividad


En Belén, una de las localidades donde hay más católicos en Israel y Palestina, se encuentra la Basílica de la Natividad, donde se puede visitar el lugar exacto en el que la Virgen María dio a luz a Jesús. La Basílica fue mandada a construir por el emperador Constantino. El templo ha sido modificado en varias ocasiones por mor de las guerras. El lugar donde María alumbró al Hijo de Dios está situado en una zona por debajo del suelo de la iglesia, y está señalado con una estrella de plata. Fue un regalo de los Reyes Católicos, quienes contribuyeron habitualmente, económicamente, con los santos lugares.

¿A quién pertenece el Santo Sepulcro?

La iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén está construida en el interior de la roca del Monte Gólgota, donde fue crucificado Jesús y enterrado en un sepulcro que se encuentra muy cerca, propiedad de José de Arimatea. El templo original fue mandado a construir por Santa Elena cuando acudió a Jerusalén en peregrinación para encontrar los atributos de la muerte de Jesús. Este lugar, auténtico santuario de peregrinación, supone también una amalgama de ramas del cristianismo. Está custodiado por los católicos (Custodia de Tierra Santa), griegos ortodoxos y armenios ortodoxos. De hecho, el Santo Sepulcro es la sede del patriarca ortodoxo de Jerusalén y es la catedral del Patriarcado Latino de Jerusalén. También tienen espacio egicios coptos. La distibución de las distintas capillas y lugares es un laberinto. Así, el lugar de la Crucifixión así como el Santo Sepulcro como tal está custodiado por los griegos ortodoxos, mientras que los armenios tienen, entre otros, el templete desde donde la Virgen María contempló cómo moría en la Cruz su Hijo.

¿Por qué cegaron una puerta del Santo Sepulcro?

Cuando uno accede a la explanada que da a la iglesia del Santo Sepulcro, en el Jerusalén viejo o antiguo, se sorprende primero del lugar donde se encuentra situada. Y después se fija en la puerta de entrada y en la que tiene al lado, que se encuentra cegada. Esta puerta la tapió Saladino cuando tomó la ciudad de Jerusalén. El Santo Sepulcro fue mandado a levantar por el emperador Constantino y su madre, la emperatriz Flavia Iulia Helena, posteriormente canonizada como Santa Elena, en el año 326 d.C. Saladino entró en Jerusalén en 1244 y posibilitó un larguísimo periodo de presencia musulmana en la Ciudad Santa. La historia señala que cuando le preguntaron a Saladino por qué ordenaba tapiar una de las puertas del templo, contestó: «Para los pocos cristianos que van a quedar en Jerusalén, con una puerta les sobra para entrar».

La imagen de Santa Marta en Betania

Betania es una de las localidades que conocemos perfectamente gracias a los Evangelios y a la Casa de Marta y María, hermanas de Lázaro. Muy cerca de Jerusalén, a la espalda del Monte de los Olivos, Jesús pernoctó hasta en tres ocasiones según las Escrituras. Allí, en Betania (Palestina), se encuentra la Casa de Marta, María y Lázaro, una iglesia guardada por los fransciscanos cuyo guardián es fray Michael Sharquawv, de Ghana. La Hermandad de Santa Marta de Sevilla tiene una relación muy especial y acuden asiduamente miembros de la junta de gobierno de la corporación del Lunes Santo en los viajes organizados por la Archidiócesis de Sevilla y Triana Viajes. Allí se encuentra un cuadro de Santa Marta, titular de la Hermandad, donado por ésta. En el último viaje, el pasado mes de enero, estuvieron presentes el hermano mayor, Isidro González; el teniente hermano mayor, Antonio Távora -responsable del viaje igualmente-, y el consiliario primero, Valentín Galán, volviendo a revivir momentos especiales en este lugar.

La Basílica de la Anunciación y Coria del Río

Los franciscanos, custodios de Tierra Santa, guardan muchos de los lugares santos. Uno de ellos es la Basílica de la Anunciación, en Nazareth, donde el ángel se le apareció a María. Por cierto, en esta ciudad es la única en el mundo en la que a la hora de leer el Evangelio no se dice «… Y el Verbo se hizo Carne y habitó entre nosotros» sino «…Y el Verbo se hizo Carne y habitó aquí». Pues aquí, allí para el lector que no sea de aquellas tierras, uno de los frailes franciscanos es de Coria del Río. Es fray Manuel Domínguez, que durante diez años ha sido el director espiritual de las hermandades del Buen Fin, Soledad de San Buenaventura y Divina Pastora de San Antonio, además de haber sido uno de los encargados de llevar a cabo los trámites de cesión del convento de San Antonio de Padua a la Hermandad del Buen Fin para que instale allí su Centro de Estimulación Precoz.

Las advocaciones españolas en Nazareth

En la Basílica de la Anunciación de Nazareth el peregrino, además de quedar impresionado cuando baja hasta el lugar donde tuvo lugar la Anunciación del Ángel a la Virgen María, puede recrearse con una extraordinaria galería de azulejos y similares que hay tanto dentro como en una zona porticada en el exterior del edificio. La nómina es extraordinaria y se encuentran devociones universales de todo el mundo. De España, hasta el pasado mes de enero había cuatro: la Virgen del Pilar, Patrona de España; la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura; Virgen de los Desamparados, Patrona de Valencia, y Virgen de la Candelaria, Patrona de las Islas Canarias. Y ahora, también, la advocación de la Divina Pastora de las Almas, primera devoción universal nacida en Sevilla y cuyo azulejo ha entregado recientemente la junta de gobierno de la Divina Pastora y Santa Marina de Sevilla.

En la Custodia se habla castellano de Palencia


Si fray Manuel Domínguez está desde el pasado mes de noviembre en Tierra Santa, «algo más» lleva fray Artemio. Nada menos que 45 años, que se escribe pronto. Fray Artemio es natural de Palencia y estuvo también en Lebrija (Sevilla). Es el vicecustodio de Tierra Santa y supone una inyección de moral y, sobre todo fe, para todos los peregrinos que tienen la suerte de visitarlo en la Custodia. Transmite optimismo a raudales y conoce Tierra Santa y la complicada situación de los católicos como nadie. Cuando cada Viernes Santo contribuyan a la colecta de misa dedicada íntegramente a Tierra Santa, acuérdense de fray Artemio y sus hermanos franciscanos y de la impagable labor que realizan allí.

¿Por qué no se puede dar misa en el Cenáculo?

En el Monte Sión se encuentra uno de los lugares más importantes de Tierra Santa para los católicos: el Cenáculo, donde tuvo lugar la Última Cena y, por ende, la institución de la Eucaristía. Sin embargo en dicho lugar, que impresiona cuando uno entra por vez primera y que se encuentra al lado de la Basílica de la Dormición de la Virgen, no se puede celebrar culto alguno y, por esta circunstancia, los católicos no podemos celebrar la santa misa en el lugar donde surgió todo. ¿Cuál es el motivo? Pues que se trata de un espacio común para católicos, judíos y musulmanes, ya que si para los primeros es el lugar de la Última Cena, para los judíos es el sitio donde se encuentra la tumba de David y para los musulmanes es una mezquita que ha funcionado durante los muchos años de ocupación islámica de Jerusalén. Por tanto, ni para unos ni para otros.

¿Cuántos franciscanos custodian Tierra Santa?


Tierra Santa está custodiada por los franciscanos, los verdaderos artífices de la permanencia del catolicismo en los lugares santos. No es tarea fácil y muchas veces su relación con el Patriarcado de Jerusalén no es todo lo fluida que ambas partes quisieran. Pero los franciscanos llevan desde hace siglos comprando terrenos, tierras, lugares cristianos para preservar, mantener y avivar la llama del cristianismo. Actualmente hay un total de 190 franciscanos en Tierra Santa, procedentes de 39 países.

Ejemplares milenarios en el Huerto de los Olivos

Otro de los momentos intensos que se suele vivir en Tierra Santa es la visita a la Basílica de Getsemaní, donde se encuentra la Roca de la Agonía y el Huerto de los Olivos. Desde allí hay una panorámica espectacular del Jerusalén antiguo. Y en el Huerto de los Olivos, donde Jesús sudó sangre y Judas lo entregó por treinta monedas de plata, los peregrinos pueden contemplar varios ejemplares de este árbol tan mediterráneo que tienen más de 2.000 años. O sea, que estaban allí cuando Jesús fue prendido. Cuando uno escucha esto se queda petrificado y sin palabras y la mente se transporta a aquella noche en la que Jesús fue prendido, uno de los momentos más impresionantes de la Pasión.

Publicado en ABC de Sevilla.

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