Católicos, ortodoxos y protestantes en el Reino de Jordania han acordado celebrar una Navidad de máxima austeridad, sin despliegue de festejos, en solidaridad con las víctimas de la guerra entre Israel y Hamás, y con las dificultades que atraviesan muchos palestinos, cristianos o musulmanes, en Tierra Santa.
Los líderes cristianos han acordado que no habrá mercadillos navideños, ni los tradicionales desfiles de scouts, ni bandas de música, ni conciertos y procesiones, ni fiestas de distribución de regalos a los niños. Las fiestas deberán vivirse con sobriedad y recogimiento, centrándose sobre todo en la celebración litúrgica dentro de los templos.
La decisión la tomó el Consejo de Líderes de las Iglesias de Jordania, tras una reunión organizada por el arzobispado greco-ortodoxo de Ammán el jueves 2 de noviembre.
Colecta de los cristianos jordanos para ayudar a Gaza
Además, en un comunicado anuncian que el 12 de noviembre se hará una colecta especial en todas las iglesias de Jordania y lo recaudado se dedicará a ayudar a la población civil de Gaza.
En su comunicado, los líderes eclesiales en Jordania expresan su apoyo a la «firme posición» que el Rey Abdullah II de Jordania ha adoptado ante las atrocidades que tienen lugar en Tierra Santa. Los líderes eclesiales aseguran su apoyo los esfuerzos por «silenciar la voz de la guerra».
Los cristianos en Jordania son unos 200.000, en un país de 11 millones de personas, pero tienen una importante participación social. Según unos informes que cita el obispo jordano Maroun Lahlam, la pequeña comunidad cristiana aportaría el 30% de la economía del país, el 9% de los miembros del Parlamento y el 6% del Senado.
