Alumnos de la Universidad Francisco de Vitoria profundizan en Jerusalén la historia de Tierra Santa

Fray Artemio Vítores, ex vicecustodio de Tierra Santa, recibió a los alumnos del grado en Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) en el convento de San Salvador, sede histórica de los franciscanos en Tierra Santa, durante la segunda jornada de los estudiantes en Jerusalén.

Fray Artemio es uno de los franciscanos más reconocidos en la zona de Oriente Medio, lleva más de cuatro décadas en Tierra Santa y en los últimos años está dedicando grandes esfuerzos en denunciar y luchar contra el exilio de cristianos en Jerusalén (actualmente representan solo un 1,2%), y Belén (suman un 12%).

Franciscanos: cuatro siglos en solitario
El ex vicecustodio explicó a los alumnos una de las principales aportaciones de San Francisco al cristianismo: “La historia de la presencia franciscana es fruto del diálogo sincero entre un cristiano, San Francisco, y el sultán árabe que le permitió entrar en Tierra Santa. Los franciscanos fueron durante cuatro siglos los únicos cristianos en la zona”. Una vez en la región se encargaron de custodiar y recuperar los Lugares Santos para los cristianos y el resto del mundo.

Actualmente, los franciscanos trabajan para conservar la presencia cristiana en Israel: “Les ayudamos a conseguir empleos, ponemos a disposición de todas las confesiones escuelas católicas en las que propiciamos el encuentro con el otro, construimos hospitales en los que atendeos a todo el que lo necesite e intercedemos para que los cristianos puedan acceder a una vivienda”.

"Sufrimos por los radicales que matan"
Los alumnos UFV también se reunieron con el vicepresidente de la Universidad al-Qud, Zakaria AlQaq, para conocer los fundamentos del Islam. Tras explicar las principales características de esta cultura y religión, AlQaq expuso su opinión sobre los grupos radicales que atentan en el mundo: “Los islámicos sufrimos por los radicales que matan. Tenemos la responsabilidad de proteger a judíos y cristianos, las religiones monoteístas del Libro”.

En esta segunda jornada los estudiantes UFV visitaron el Huerto de Getsemaní, en el que se encuentra la iglesia de las Naciones, escenario que conmemora las horas previas al inicio de la Pasión de Cristo. También pudieron acceder a la basílica del Santo Sepulcro, en la que realizaron un tour guiado para conocer y entender todos los sitios emblemáticos que se encuentran en ella, como el Monte del Calvario o el Sepulcro de Jesús.

Contactos con el mundo israelí

El día anterior, los estudiantes de este curso de verano fueron recibidos por José Benarroch, presidente de la Unión Sefardí Mundial, quién explicó a los alumnos cómo la historia de este país está marcada por su estratégica localización geográfica: “Junto al mar y asentado entre tres continentes”.

El siguiente encuentro fue con el cónsul general de España en Jerusalén, Juan José Escobar, quien describió la historia de esta institución: “Jerusalén ha formado parte de la historia de España durante muchos años. Hasta finales del siglo XIX, España era la principal fuente de la custodia de Tierra Santa a través de la orden de los Franciscanos”.

Posteriormente, los estudiantes de la Francisco de Vitoria se trasladaron hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí para ser recibidos por el próximo embajador de Israel en España, Daniel Kutner. El diplomático explicó que las relaciones bilaterales comenzaron en la época del gobierno socialista de Felipe González, cuando España iniciaba su adhesión a la Unión Europea. Kutner resaltó que el reto en su nuevo cargo será mostrar en España que Israel es mucho más que “las noticias bélicas que aparecen en los medios. Israel es diversidad, tiene una gran riqueza cultural y gastronómica, además de un gran espíritu emprendedor. Es el país de las start ups y queremos compartir nuestros conocimientos y aprender de los demás”. Posteriormente, los alumnos UFV también pudieron intercambiar opiniones con una experta en oriente Medio del Ministerio de Exteriores israelí.

Los rollos del Mar Muerto
Tras una breve pausa, el grupo se trasladó al Museo de Israel en el que se encuentra el Santuario del Libro. Los alumnos pudieron hacer el recorrido guiados por el director del museo, Adolfo Roitman, quien explicó que el objetivo del mismo es “ver lo judío como parte de la historia del mundo. Este museo es mucho más que algo arqueológico, juega un papel fundamental en las relaciones internacionales de Israel, es un encuentro entre civilizaciones”.

Precisamente esta institución alberga siete rollos encontrados en el Mar Muerto. Se trata de los manuscritos más antiguos de la biblia hebrea, que a su vez son pieza clave para conocer el origen del cristianismo. De entre estos textos destaca el Libro de Isaías que permite encontrar semejanzas entre la tradición bíblica israelí y cristiana. De entre la colección de manuscritos bíblicos también destaca el Códice Aleppo, del cual se derivan los manuscritos masoréticos y uno de los tres ejemplares que hay en todo el mundo de la nano Biblia, presente en un diminuto chip, escrita con un láser de última tecnología.


El rabino Baruj Garzón, junto a Florentino Portero, presidente del consejo asesor del grado de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria.

Y para cerrar esta intensa primera jornada, el rabino Baruj Garzón visitó a los alumnos UFV en Notre Dame de Jerusalén, la sede vaticana donde se celebra el curso, para compartir con ellos la fe del pueblo judío. Este fue uno de los encuentros más valorado por los estudiantes. El rabino explicó que “la experiencia del otro es indispensable para la experiencia de Dios. Solo si salgo de mi yo, a través del otro, puedo darme cuenta de que hay alguien que vive en mi. Podré descubrir al Otro con mayúsculas”. Por último, el rabino invitó a los alumnos a ver al resto de personas como creaturas divinas: “Ese es el primer paso para el diálogo sincero y real. Si fuéramos capaces de vernos así, viviríamos en armonía”.

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