En la fortaleza de Maqueronte, en Jordania, donde el rey Herodes decapitó a San Juan Bautista, arqueólogos húngaros dirigidos por Gyözö Vörös han encontrado el mayor Mikve o piscina ritual existente en la zona. Tiene 12 escalones y su arquitectura es similar a los baños rituales descubiertos en las cercanías de Qumran, al otro lado del Mar Muerto, en Israel, que hasta ahora se consideraban únicos.
Los restos de paredes y columnas se han localizado tres metros por debajo el patio real y debió de estar cubierto por un techo de bóveda de piedra probablemente demolido por los romanos durante la represión de la gran revuelta judía en el año 71 que precedió a la diáspora. También se descubrieron enormes paredes de 9,2 metros de altura.
La fortaleza de Maqueronte fue de vital importancia para la defensa de Judea, en parte porque desde ella se divisaba Jerusalén. Cualquier ejército que quisiera acercarse a la ciudad por el este, tenía que ocupar primero Maqueronte y las señales de fuego en esta fortaleza advertían a las otras ciudadelas de la invasión enemiga. Fue destruida por los romanos al mando de Lucilio Baso durante la primera guerra romano-judía.