La biblioteca de la Custodia de Tierra Santa publica este mes en su sitio de internet una exposición virtual con el título El “verdadero” bálsamo de Jerusalén.
En total se presentan online 27 libros de los siglos XIV a XX, disponibles ahora para el público internacional y no solo jerosolimitano, como lo pueden ser las exposiciones "reales". Se han publicado algunas fotos de los manuscritos, con la descripción de las mismas en inglés e italiano.
Fray Lionel Goh, director de la biblioteca, explica la génesis del proyecto: "Mientras terminábamos de catalogar la sección médica de la biblioteca, el museo de la Ciudadela de David decidió organizar una exposición sobre la medicina en Jerusalén. En la exposición se utilizó mucho material nuestro, que tuvo mucho éxito entre los visitantes procedentes de todo el mundo. Por eso hemos querido hacer accesibles, gracias a internet, algunos de estos libros a tantos apasionados de la medicina o de los libros".
La selección de las obras expuestas ha sido realizada por Francesca Turrisi: "Hemos tenido tres criterios: primero, el valor y la belleza de la obra en sí, sobre todo por su antigüedad; después, el contenido: algunos contienen comentarios de médicos famosos con distintos aspectos de la medicina de la época como la botánica, la anatomía, la cirugía o la farmacología, hasta incluso la alquimia o la magia; finalmente, distintas tablas con incisiones o ilustraciones que proporcionaban a los lectores distintas aclaraciones: descripciones de plantas, de animales, representaciones del cuerpo humano e instrucciones sobre las intervenciones quirúrgicas".
"Estos libros demuestran que los franciscanos siempre han trabajado por el bienestar de las personas, ya fueran cristianas, judías o musulmanas. Han cuidado de los habitantes como Jesús se ocupaba de los ciegos o de los tullidos, sin discriminación de tribu o religión", añade fray Lionel.
Gracias a un especial permiso pontificio, los franciscanos estaban autorizados a practicar la medicina en Tierra Santa. La colección de libros de medicina no se conservaba en la biblioteca del convento sino en la farmacia, para ser accesible en todo momento. Las huellas de emanaciones de ácido encontradas en un libro de 1833 dan prueba de ello.
El título de la exposición hace referencia al bálsamo de Jerusalén, una medicina creada por un fraile franciscano en el siglo XVII, usada durante dos siglos en toda Europa y Oriente Medio. "Esta colección de libros, por el conocimiento que aportaba a los frailes, les permitió curar a la población durante varios siglos. Podemos decir que ese es el ´verdadero´ bálsamo de Jerusalén", explica Francesca con una sonrisa.
La exposición ha sido posible gracias al trabajo de fondo de fray Agustín Arce, ofm, que fue bibliotecario más de cuarenta años desde 1936, y más recientemente gracias al inventario de Emilia Bignami y las investigaciones complementarias de Francesca Turrisi, que forma parte del proyecto Libros, puentes de paz financiado por el Centro de Investigación Europeo de Ediciones, Libros y Bibliotecas (Creleb) de la Universidad Católica de Milán y la ONG ATS pro Terra Sancta. El proyecto quiere crear diálogo entre las comunidades a través del valor de los libros.
La próxima exposición en los locales de la biblioteca custodial tendrá lugar del 3 al 5 de noviembre de 2015, en el convento de San Salvador de Jerusalén. Presentará preciosas encuadernaciones de la biblioteca y permitirá reflexionar sobre este objeto esencial para el uso del libro. El profesor Gino Roncaglia, de la Universidad de Tuscia, en Italia, pronunciará una conferencia sobre Pasado, presente y futuro del libro, hablando del libro electrónico como nuevo método de conservación de los libros.