El 7 de diciembre se inauguró en el convento de San Salvador de Jerusalén la exposición Mil veces Navidad, que muestra 110 cuadros sobre la Navidad del pintor italiano Tonino Maurizi. La muestra podrá verse hasta el 2 de febrero.
«Todavía me cuesta creer que esté en Jerusalén, siempre ha sido mi sueño traer aquí mis obras», dijo el artista en el acto de inauguración: «Comencé a pintar la Navidad para regalarla como tarjeta de felicitación para amigos y clientes de mi tienda. La he pintado en todas partes: en barco, en el monte, al aire libre, en las plazas. Cada año crecía mi entusiasmo. Después de quince años he llegado a enviar cerca de tres mil seiscientas al año».
Maurizi, nacido en 1940, se formó en la academia de Bellas Artes de Macerata, donde participó del movimiento de reivindicación del futurismo que cuajó allí, para recibir años después la influencia de Ivo Pannaggi (1901-1981), quien le impulsó a continuar su formación en Suecia y Alemania, donde recibió el influjo de las tendencias arquitectónicas de la Bauhaus y su diseño lineal y simple en su labor como escultor y diseñador.
Según la presentación que hace de esta exposición el Museo de Tierra Santa, «los intensos colores convierten sus Natividades en algo único. Forma e idea se funden en colores brillantes para representar la escena de Navidad, cada año de forma diferente como regalo para los amigos, de tal forma que de ella parece desprenderse una luz. El rojo, casi omnipresente en sus obras, parece expresar el calor de una luz que es el misterio divino del nacimiento del Salvador Jesucristo».
En el acto inaugural, el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, destacó que «la de Maurizi es una mirada conmovedora y profunda, expresada con colores y signos llenos de vida».
Maurizi ha expuesto en numerosos países, entre ellos, y además de su Italia natal, España, China, Emiratos Árabes, Bangladesh y Líbano. Llegar a Jerusalén tiene un valor propio por la particular vinculación de sus obras navideñas con Tierra Santa: «La Custodia defiende la tradición desde hace 800 años, viviendo el presente, tal como muestra el bellísimo belén napolitano permanente que se encuentra en la misma sala», señaló fray Stèphane Milovitch, director de bienes culturales de la Custodia.
La exposición, patrocinada por el Consulado General de Italia en Jerusalén, tiene como comisarios a Stefano Papetti y Francesca Maurizi, quien destaca las características de estas obras: «Mil veces el lápiz de Tonino Maurizi ha dibujado al Niño, el misterio de su nacimiento, la alegría y la fuerza de su familia. Líneas simples pero decididas, golpes de espátula que crean franjas de color intensas y dinámicas, para insertar ese nacimiento en cada lugar, en cada tiempo y en cada espacio de la memoria».
Imágenes: Nadim Asfour / Custodia de Tierra Santa.