Recientemente, el portal de noticias Christian Media Center se ha hecho eco de la historia y contenido del Museo de las Tierras Bíblicas (BLMJ por sus siglas en inglés), un centro fundado en 1992 con el objetivo de presentar al público de Jerusalén la historia de la humanidad a través de los vestigios de los grandes pueblos mencionados en las Sagradas Escrituras.
De este modo, Sumer, Egipto, Babilonia, Grecia o Roma son solo algunas de las grandes civilizaciones históricas que pueden apreciarse en el museo, gracias a una de las colecciones más importantes a nivel mundial de objetos y vestigios del Antiguo Oriente. Culturas que, según relata el propio museo, son responsables de “nuestra comprensión de la ciencia y la tecnología, el lenguaje y la escritura, la economía y el comercio o la fe y la religión”.
10.000 años de historia bíblica
Yehuda Kaplan, conservador del museo, destacó la relevancia histórica y arqueológica de los vestigios que alberga el centro en su trigésimo aniversario, como es el caso del sarcófago romano de mármol con varios episodios bíblicos esculpidos en el mismo.
“Podemos decir que es un sueño hecho realidad. Los objetos que tenemos aquí son verdaderas antigüedades. Proceden de la mayoría de las culturas que encontramos en esta región tanto de época prehistórica como en la histórica (desde hace unos diez mil años), desde el Neolítico hasta la época bizantina. Tenemos hallazgos increíbles de Mesopotamia, Sumer, Acad y Egipto. En mi opinión, es una de las colecciones más impresionantes del antiguo Egipto”, señala Kaplan.
Refiriéndose a una de sus obras más valoradas, el conservador explicó que el sarcófago descrito combina la tradición artística de las culturas bíblica y clásica con las innovaciones proporcionadas por el cristianismo.
Un viaje por el camino de Abraham o los milagros de Cristo
“Las escenas representadas son relatos que encontramos en el Nuevo Testamento, como la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén o algunos milagros que realizó en el Mar de Galilea y en Jerusalén, como la curación del ciego de nacimiento en la piscina de Siloé”.
Del mismo modo, el museo cuenta con estatuillas de personas orantes o reyes que suplican la intervención divina encontradas en Irán, Siria y el sur de Mesopotamia. Estas piezas junto con otras como diversas tumbas egipcias ofrecen a los visitantes un panorama de la cultura de estas civilizaciones, mencionadas en el Texto Sagrado.
La representación de escenas bíblicas es uno de los elementos que más valoran los visitantes. Una de ellas, Gura Berger, afirma que el Museo de las Tierras Bíblicas es uno de sus preferidos en Jerusalén por su realismo y referencias históricas: “Se puede ver el mapa del camino de Abraham, las zonas por las que pasó, y son los mismos lugares hoy”.