La historia de Tierra Santa reflejada a través de postales enviadas desde allí y coincidiendo con un momento crucial de su historia lleno de cambios, tensiones y periodos ilusionantes. Desde el siglo XIX hasta la actualidad, estas instantáneas y dibujos muestran la tierra de Jesús bajo el imperio otomano, luego bajo el mandato británico y finalmente ya con la existencia del Estado de Israel.
En total, un británico ha donado 130.000 tarjetas postales enviadas desde Tierra Santa que ha ido coleccionando y buscando durante toda su vida a la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Tal y como informa Associated Press, el coleccionista es David Pearlman, un contable inglés de 82 años que comenzó a coleccionar postales cuando era niño. Con el tiempo, se centró en las que provenían de la tierra de Jesús bajo el Imperio Otomano, y luego bajo mandato británico, antes de la creación del Estado de Israel en 1948.
«Cuando comencé a reunir tarjetas del mundo entero, constaté que había muchas cartas que provenían de Palestina, entonces decidí consagrarme a ellas por completo», indicó en una entrevista con AFP.
La postal más antigua de su colección data de 1873 y la primera tarjeta ilustrada es de 1892. Cuidadosamente ordenadas dentro de cajas de zapatos apiladas, las postales ocupaban tanto espacio en el garaje de Pearlman que debía aparcar su coche en la calle.
En noviembre de 2019 las donó al departamento de investigación sobre folklore de la Universidad hebrea de Jerusalén, que no descarta presentarlas en una exposición. Para Dani Schrire, director de este departamento de la universidad israelí esta colección única podrá aportar una nueva mirada sobre la mentalidad de los habitantes de la región a través de las décadas.
Estas cartas se pueden considerar una ventana a los más importantes acontecimientos ocurridos en esta parte de Oriente Medio, sucesivamente bajo dominio otomano, inglés e israelí. Entre ellas figuran numerosas cartas de soldados británicos durante la Primera Guerra Mundial o de artistas judíos de comienzos del siglo XX.
Algunas postales eran enviadas sin texto, por el valor histórico o artístico de la imagen, recordó Pearlman, que precisó que «en la mayoría de los países, el envío de una tarjeta postal era dos veces menos caro que el de una carta» tradicional.
«Estas cartas eran a principios del siglo XX el equivalente al teléfono móvil contemporáneo», estimó el coleccionista, que añadió que, más allá del medio de comunicación, se trataba también de una herramienta de publicidad. «Al final del siglo XIX, cuando el turismo se desarrollaba en Palestina, organizaciones comenzaron a publicar tarjetas que destacaban sus establecimientos», explicó Pearlman.
«Un día alguien dijo que las tarjetas postales eran como cápsulas temporales: estas capturaron pequeños momentos de historia», afirmó Pearlman, que reconoce que no envía postales desde hace años.