Pobreza, castidad y obediencia al estilo franciscano… es lo que prometieron los 6 nuevos franciscanos que profesaron sus votos solemnes el pasado 16 de octubre en la iglesia de Santa Catalina de la Natividad en Belén, ante fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa.
Los nuevos franciscanos con profesión solemne vienen de dos países árabes (Egipto y Palestina) y dos países del África negra (Togo y Congo Brazzaville).
El Custodio de Tierra Santa les habló de su propio itinerario de vocación y compromiso en su juventud.
“Confieso sinceramente que cuando hice la profesión solemne hace 35 años, y era un joven fraile de 23 años, era mucho menos consciente que hoy de lo que significa acoger y abrazar esta llamada en su belleza y profundidad, igual que era menos consciente de cuáles serían las dificultades y las pruebas que debería afrontar», admitió fray Patton.
«Sin embargo, belleza y dificultades, grandeza y pruebas, todo esto forma parte de nuestra llamada a seguir la vida y las huellas del Hijo de Dios encarnado, para aprender a ser auténticamente humanos”, les exhortó.
Les animó a no huir de los votos, no huir, por ejemplo, del “compromiso de obediencia, que es el compromiso de fiarse”, “del compromiso de pobreza” y del compromiso “de vivir castamente, que es el compromiso de amar al Señor con un corazón indiviso y de considerarlo el bien verdadero, el único bien, el mayor bien de nuestra vida, el verdadero amor”.
Tres de los frailes manifestaron, en nombre de todos los profesos solemnes, la alegría de este día y dieron las gracias a todos los que fueron una parte importante en el camino de su formación.
Fray George Haddad, procedente de Palestina y uno de los religiosos que realizó la profesión solemne, aseguró que “nos entregamos a la gracia para que cada uno de nosotros pueda ser su siervo confiado y fuerte, dispuesto a servir a través de un adecuado testimonio de vida, y pedimos la fuerza para ser fieles y perseverantes en nuestro camino de consagración y para ser cada vez más conscientes del don que hemos recibido”.
Desde el siglo XIII los franciscanos trabajan en la Custodia de Tierra Santa, una red de servicios que hoy tiene presencia en medio centenar de lugares bíblicos (en Galilea, Judea, Damasco y el Monte Nebo en Jordania), en 16 escuelas con unos 10.000 alumnos (donde los alumnos cristianos son un 60%), en casas para peregrinos, en más de cien parroquias y capillas y en actividades de comunicación y Biblia como el Instituto Bíblico Franciscano, el Estudio Teológico Jerosolimitano, la editorial Franciscan Printing Press, el Centro de Estudios Orientales Cristianos, etc…