«Testigo de la Resurrección«, bajo este título se celebró del 7 al 11 de noviembre en Jerusalén una exposición sobre la historia del Santo Sepulcro. A través de los volúmenes más antiguos de la Biblioteca de la Custodia de Tierra Santa, los visitantes pudieron profundizar en la historia del lugar más significativo de toda la cristiandad.
«El Santo Sepulcro es el centro de la peregrinación cristiana. La peregrinación cristiana tiene un enfoque diferente al de otras peregrinaciones: Cristo es el punto de referencia», comenta fray Rosario Pierri, decano del Studium Biblicum Franciscanum, a Christian Media Center.
Herramienta de encuentro
La exposición forma parte del proyecto «Puentes de Paz«, que desde hace doce años cuenta con la colaboración del Centro Europeo de Investigación Libro, Biblioteca de la Universidad Católica del Sagrado Corazón (Creleb), la Custodia de Tierra Santa y la Asociación Pro Terra Sancta y, este año, también, de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén.
«La idea es muy sencilla: ver si la puesta en valor del patrimonio de la Biblioteca permite que se convierta de alguna manera en una herramienta de encuentro. Procurar que el material de la Biblioteca pueda ser comunicado de forma sencilla y eficaz, convirtiéndose en una oportunidad para que otros participen de esta operación», explica Edoardo Barbieri, director de Creleb.
Se trata de comunicar la historia de forma sencilla y eficaz, aseguran desde la Custodia.
La exposición se divide en tres secciones y cuenta la historia del Santo Sepulcro a través de los ojos de peregrinos, curiosos y estudiosos, desde el siglo XV hasta el XX. En el primer tramo el visitante es acompañado al descubrimiento de la Basílica por la historia (y dibujos) de los peregrinos. La segunda sección presenta varios volúmenes ilustrados, con un propósito más estético. El enfoque de la tercera sección es científico y técnico. De particular importancia son las obras del franciscano Bernardino Amico.
«La exposición no es grande, pero es realmente importante: los volúmenes son valiosos y las explicaciones relacionadas son realmente interesantes», relata Anastasia Keshman, investigadora y guía turística.
Para fray Rosario Pierri esta exposición hace presente la esencia del cristianismo.»Es como si un peregrino también adquiriera datos arqueológicos, culturales, no solo espirituales, y esto casa con el Dios encarnado, que es el Dios de la historia, y este es para mí el trabajo que se está haciendo en estos años», explica.
Por su parte, fray Lionel Goh, director de la Biblioteca de la Custodia de Tierra Santa, señaló la importancia de hacer presente la historia. «Este es el fin de la Biblioteca: no solo conservar la memoria escrita de los frailes, sino ponerla a disposición de las nuevas generaciones. Que se vuelvan parte de esta memoria y esta tradición, y continúen esta obra iniciada hace 800 años», comenta.