El padre Juan Solana invitó a rezar con insistencia por la paz: «Dios ama nuestra oración, la considera, la escucha»

El padre Juan Solana, durante la homilía de la misa celebrada este martes en la Universidad Francisco de Vitoria.
El padre Juan Solana, durante la homilía de la misa celebrada este martes en la Universidad Francisco de Vitoria.

El padre Juan Solana, LC, director de Magdala, pasó por España camino a Jerusalén, tras dos meses en México durante los cuales, entre otras actividades, participó en la organización del evento Encounter Magdala en Puebla.

Por la paz en Tierra Santa

Este martes 8 de octubre presidió una misa por la paz en Tierra Santa en la capilla del campus de la Universidad Francisco de Vitoria, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

En la homilía, recordó que las consecuencias de la guerra “afectan a todos, a los inocentes sobre todo”, y también es víctima de ella la comunidad cristiana de Tierra Santa.

Capilla de la Universidad Francisco de Vitoria, durante la celebración de la misa.
Capilla de la Universidad Francisco de Vitoria, durante la celebración de la misa.

Para convencer a los presentes de la importancia de orar por la paz en Tierra Santa, se refirió a la primera lectura de la misa del día, en la cual San Pablo refiere su conversión y cuenta «con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba» (Gál 1, 13-24): «Sin embargo», comentó el padre Juan, «un día Jesús se le aparece y lo cambia, lo transforma«.

Eficacia de la oración

«Una conversión muy hermosa”, continuó, que nos está diciendo hoy que “así como San Pablo cambió radicalmente, así pueden cambiar otras cosas radicalmente”, y no solo la guerra en Tierra Santa, sino cualquier conflicto “familiar, social, como los que a todos y cada uno de nosotros nos afligen”.

El Evangelio del día (Lc 10, 34-42), con la visita de Jesús a Marta y María, las hermanas de Lázaro, refuerza esa idea, porque «nos habla de la eficacia y el poder de la oración con la actitud de María, humildemente escuchando a los pies del Señor”.

Dicho pasaje “nos está reforzando la idea de que Dios acepta nuestra oración, ama nuestra oración, considera nuestra oración, la escucha. Son muchos los pasajes de la Sagrada Escritura que nos hablan de esto. Hoy solamente lo mencionamos para renovar nuestra confianza».

«Pidamos a Dios por la paz del mundo, imploremos a Dios el don de la paz», concluyó el padre Solana: «La paz es uno de los signos más claros de la presencia de Dios y la guerra uno de los signos más claros de la ausencia de Dios. Pongamos en nuestro altar la oración para que Dios nos conceda el don de la paz por intercesión de la Reina de la Paz”.

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