Los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén (católicos, ortodoxos y anglicanos) dieron a conocer este lunes un pronunciamiento en el que, «al aproximarse el duodécimo mes de la devastadora guerra actual» en Gaza, piden a las partes un «rápido acuerdo para un alto el fuego que resulte en el final de la guerra, la liberación de todos los secuestrados, el retorno de los desplazados, la atención a los enfermos y heridos, el auxilio a quienes padecen hambre y sed y la reconstrucción de todas las estructuras públicas y privadas que han sido destruidas».
Las conversaciones iniciadas en Doha y que siguen en El Cairo, en las que actúan como mediadores Estados Unidos, Qatar y Egipto, no han dado frutos por el momento. Según los líderes cristianos de Tierra Santa, «las partes beligerantes parecen más preocupadas por consideraciones políticas que por poner fin a la búsqueda de la muerte y la destrucción. Estos reiterados retrasos y otros actos de provocación solo han servido para aumentar las tensiones hasta el punto de que nos encontramos ante el abismo de una guerra regional total«.
Un año de la matanza
El 7 de octubre se cumplirá un año de la masacre terrorista de Hamas en Israel, donde asesinó en pocas horas a un millar de personas, con tres mil heridos y más de doscientos secuestrados.
Tras la respuesta israelí, «la situación en nuestra querida Tierra Santa ha seguido deteriorándose«, afirman los patriarcas, quienes describen las consecuencias sobre la población civil palestina a consecuencia de los «ataques indiscriminados» y «lejos del campo de batalla».
Piden por ello que se alcancen los acuerdos necesarios para «una paz justa y duradera en nuestra región mediante la adopción, legitimada internacionalmente, de una solución de dos Estados«.
Especial preocupación
Aunque la petición busca el «mejor interés de todos los que viven en la región», los líderes cristianos expresan su «especial preocupación por las comunidades cristianas» en Gaza, entre ellas las que forman la iglesia ortodoxa de San Porfirio, la iglesia católica de la Sagrada Familia y el hospital anglicano al-Ahli, con su equipo de atención y sus pacientes. Les aseguran su «continua oración y apoyo», que piden también a los cristianos de todo el mundo «con la esperanza de que, por la gracia del Todopoderoso, podamos empezar a realizar la sagrada visión de la paz entre los hijos de Dios«.