El 19 de mayo por la mañana visitó la Síndone la alcaldesa de Belén, la católica Vera Baboun, que se encuentra en la ciudad de Turín por una visita institucional: "En la Síndone –comentó conmovida a la salida de la catedral de la ciudad– reconocemos la gracia que se manifiesta en las heridas de quienes viven situaciones de sufrimiento".
Frente a la Sábana Santa, Baboun rezó por "toda la humanidad, para que sea capaz de alcanzar la gracia de la paz por la que el Señor sufrió tanto". Después invocó el don de la paz para la Tierra Santa y para toda la humanidad.
Se trata de la primera alcaldesa de Belén y también de la primer mujer que ocupa puestos institucionales en el Estado Palestino. Es viuda y tiene cinco hijos, fue profesora de literatura estadounidense en la Universidad de Belén y desde 2012 es la primera ciudadana elegida por cristianos y musulmanes.
"Paradójicamente, la Tierra de Jesús, la tierra de la que partió el mensaje del Amor más grande –indicó– es constantemente lugar de divisiones, guerras y sufrimientos. La Tierra Santa y la ciudad de Belén no son lugares sin paz: y lo atestiguan vivamente quienes hoy trabajan para construir la paz, que requiere acciones concretas. En el mundo –observó– hay muchos ´ángeles de la paz´, y el primero de todos es Papa Francisco".
La alcaldesa de Belén también recordó el don de las canonizaciones de las dos monjas palestinas, Marie-Alphonsine Ghattas y Mariam Baouardy, que fueron proclamadas santas el pasado domingo 17 de mayo en la Plaza San Pedro por Papa Francisco, "ejemplos de paz, esperanza y humildad de la Tierra Santa de la edad moderna".