Este martes 23 de junio, en los locales del convento de San Salvador, en la biblioteca de la Custodia de Tierra Santa se inauguró la exposición Ex libris conventus Aleppi-Libros de la biblioteca franciscana de Alepo. Los doce manuscritos en exposición proceden de Alepo y se remontan, casi todos, al siglo XV. Han sido trasladados a Jerusalén para salvar este precioso patrimonio.
Algunos ya no pueden rescatarse
Fray Lionel Goh ofm, director de la biblioteca, explica: "La situación de la ciudad de Alepo, en Siria, empeora. El así llamado Estado Islámico está destruyendo los libros, obras de arte y vestigios del pasado que no se corresponden con su visión de las cosas. Con esta exposición de manuscritos que hemos podido salvar, queremos mostrar la importancia de la conservación del patrimonio cultural, como fundamento de la coexistencia".
Hace alrededor de una década, una veintena de manuscritos antiguos se trasladaron del convento franciscano de Alepo al de San Salvador, en Jerusalén. Esta iniciativa fue adoptada por fray Michele Piccirillo ofm, hoy difunto. "Han quedado todavía muchos libros en los conventos de Siria, pero hoy es demasiado complejo transportarlos", subraya fray Lionel.
El trabajo de los voluntarios
"Hemos elegido exponer una variedad de los manuscritos más interesantes", explica Francesca Turridi, voluntaria con la ONG ATS Pro Terra Sancta y la Universidad Católica de Milán: "La mayor parte tiene el sello del convento de Jerusalén y el del convento de Alepo pues pasaron primero por aquí antes de ser enviados allá donde los frailes los necesitaban, hace cinco siglos. Por desgracia, hoy han recorrido el camino inverso para ser salvados de la destrucción". Se trata, en su mayor parte, de manuales de teología, de moral o de espiritualidad, escritos en latín de distintas congregaciones religiosas.
Fabrizio Fossati, otro voluntario en la biblioteca, subraya: "Uno de los libros empieza con una panorámica de época de la ciudad de Alepo. Pero uno de los más interesantes, por el símbolo que representa, es una obra redactada en árabe e italiano. Nos recuerda que el diálogo pasa a través del conocimiento del prójimo, de su lengua y de su cultura; significativo en el contexto actual, en el que Estado Islámico intenta borrar estas experiencias de diálogo. Hoy la población de Siria necesita alojamiento, comida y medicinas, pero no se puede salvar al hombre sin salvar también su cultura y sus tradiciones".
Fray Lionel concluye: "Esperamos con esta exposición que las personas tomen conciencia del interés de la salvaguardia de los libros que son parte integrante de la herencia cultural de Oriente Medio. Los cristianos mediorientales hoy son perseguidos, pero estos libros son una de tantas pruebas de que forman parte de la historia de esta región".
Artículo publicado originalmente en el portal de la Custodia de Tierra Santa.