Desde el próximo viernes 18 de septiembre, al iniciarse las fiestas de Rosh Hashaná (el Año Nuevo judío), entrará en vigor en Israel un nuevo periodo de confinamiento estricto de 3 semanas, según ha aprobado el Consejo de Ministros este domingo. Se busca evitar así que siga creciendo el número de contagios por coronavirus en el país.
Las restricciones afectan incluso a las reuniones para rezar: en espacios cerrados no podrán juntarse más de diez personas, y sólo 20 en espacios abiertos. «Sé que es un precio alto para todos nosotros no poder celebrar (las fiestas) con toda la familia», ha afirmado el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en rueda de prensa.
Según el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en este confinamiento la población no podrá desplazarse más allá de 500 metros de su domicilio excepto por necesidades esenciales como obtener alimentos o medicamentos.
Los colegios cerrarán el viernes. Los sectores privado y público continuarán funcionando, aunque con importantes restricciones que no ha concretado. Supermercados, farmacias y otros comercios esenciales podrán abrir y también se permitirán los repartos.
Malas cifras de contagios en las últimas semanas
Netanyahu ha reconocido que estas medidas tendrán consecuencias económicas. Ha señalado que Israel fue de los primeros países en decretar el confinamiento en la primera oleada del coronavirus y de los primeros en levantar las restricciones en mayo.
El gobernante también aseguró que Israel es uno de los países con mejor índice de muertes ‘per capita’ y con menos enfermos graves a pesar de que los datos oficiales sitúan a Israel como uno de los países con más nuevos contagios ‘per capita’ de las últimas semanas.
Ha repetido la metáfora del «acordeón»: el Gobierno relaja las medidas cuando bajan los casos, y las endurece si aumentan los contagios. «Los expertos me han dicho que cerrara (el acordeón) cuando el sistema sanitario levantara la bandera roja. Nos han advertido de un salto en el número de pacientes graves y del peligro del invierno», ha argumentado.
Este nuevo confinamiento no ha gustado al ministro de Vivienda, Yaacov Litzman, del partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá, quien ha dimitido en protesta por las restricciones a las celebraciones religiosas del Yom Kippur y del Rosh Hashaná.
El último boletín oficial cifra en 2.882 los nuevos contagios y en 16 las muertes vinculadas al coronavirus y registradas en las últimas 24 horas. En total, en Israel han muerto 1.108 personas a causa de la pandemia y se han contagiado 153.759.