El viernes 22 de septiembre se cayó parte del techo de la basílica del Santo Sepulcro, sobre cuyo mal estado venían advirtiendo los expertos hace tiempo. Cerca del lugar del derrumbe había habido hasta momentos antes medio centenar de peregrinos etíopes, que no resultaron heridos. La policía israelí acordonó la zona hasta que sean reparados los desperfectos.
«La iglesia sufrió graves daños, pero gracias a Dios no hubo víctimas», afirmó Adeeb Joudeh Husseini, uno de los guardianes del templo. Según informa Palestina News Network, en la zona caída ya se estaban llevando a cabo labores de restauración.
La basílica fue cerrada temporalmente hasta asegurarse las autoridades de que la visita al lugar donde se conserva la tumba de Jesús es segura.
El accidente tiene lugar medio año después de que se completase la restauración del Edículo que la contiene. Ya entonces, Antonia Moropoulou, directora de los trabajos, afirmó que la estructura necesitaba ser reforzada y conservada, siendo precisas labores de drenaje de la lluvia y aguas residuales. La humedad es una de las causas del mal estado de algunas paredes del templo.