En varios libros del Antiguo Testamento se habla contra la representación de animales o personas, y en los textos de literatura rabínica antigua nunca hablan de decorar las sinagogas con figuras humanas o animales, pero los arqueólogos hace ya mucho que han encontrado sinagogas de época griega, romana o bizantina con decoración de animales, humanos, personajes y escenas bíblicos y constelaciones.
Uno de los lugares que más hallazgos asombrosos proporciona es la excavación de la sinagoga de Huqoq, en la Baja Galilea, a 3 kilómetros de Magdala y Cafarnaúm, que se excava desde 2012. Es una sinagoga del año 400 d.C. con numerosos mosaicos. Huqoq es mencionada en textos rabínicos antiguos y era próspera por su manantial de agua.
El último descubrimiento son 3 escenas en el mosaico del suelo que representa los acontecimientos de Jueces 4. Parece que es la representación artística más antigua que se conoce de la profetisa Débora y la heroína Yael.
En una escena, describen los arqueólogos, la profetisa Débora está de pie junto a un guerrero, Barac, líder israelita. En otra, se ve al general Sísera, enemigo de los israelitas, sentado, quizá huyendo tras haber perdido la batalla. En la tercera se ve a Sísera sangrando y una mujer, Yael, clavando con un martillo una clavija de tienda de campaña en su cabeza. Han difundido la imagen de Barac pero no la de Yael.
La enseñanza bíblica, como señala el versículo 23, es que «el Señor humilló aquel día a Yabín, rey de Canaán», el rey al que servía el general Sísera. Si una mujer, Déborah, dirige la batalla contra ti, y pierdes, huyes, y otra mujer te mata mientras duermes con una clavija, es que de verdad has sido humillado. En los sermones también se suele señalar que Dios no sólo puede derrotar a sus enemigos como quiera, sino que cualquiera de nosotros, con lo que tenemos a mano (nuestras clavijas, cosas cotidianas) podemos dar gran fruto y vencer a sus enemigos.
En la Edad Media algunos manuscritos cristianos ilustraban la escena y la remitían a la Virgen María: ella vence al pecado y al demonio, y le pisa «la cabeza» con la rotunda facilidad con la que Yael destruyó a Sísera atravesando su cabeza, o con la que Judit cortó la cabeza de Holofernes, otro militar demasiado confiado en sus carros y tropas. Y en el arte barroco era un tema que salía de vez en cuando, con una Yael hermosa, avisando de los peligros de confiarse en la belleza física.
El mosaico hallado en Huqoq sería la representación más antigua que tenemos de Yael y Débora. De hecho, hasta ahora no teníamos ninguna representación de arte antiguo de estas heroínas, ni de este episodio, ni en lugares cristianos ni en lugares judíos.
Quizá los judíos de Huqoq quisieron representar esta escena porque en el capítulo 19 de Josué se recuerda como sucedida en territorios de las tribus de Naftalí y Zebulón, que es donde está situada la sinagoga, apuntan los arqueólogos.
Hace 10 años que se excava esta sinagoga y se recuperan sus mosaicos (que se retiran del lugar para mejor conservación). Hay al menos una escena que no es de tema bíblico, y parece que es la única escena de tema no bíblico que se conoce de una sinagoga antigua: parece referirse a un encuentro (legendario) entre Alejandro Magno -con elefantes de guerra- y el Sumo Sacerdote judío. Otra teoría es que se trate de una alianza entre los griegos seleúcidas (herederos de Alejandro, que también tenían elefantes) y el rey-sacerdote y conquistador judío Juan Hircano.
Otras muchas escenas en los mosaicos sí son bíblicas:
– Sansón y las zorras (Jueces 15,4)
– Sansón roba la puerta de Gaza sobre sus hombros (Jueces 16,3)
– Dos personas llevan un racimo gigante (Números 13,23, escena que usa Turismo de Israel en su logotipo)
– Una persona lleva un animal con una cuerda (y la inscripción: «un niño pequeño los llevará», de Isaías 11,6)
– Un Arca de Noé
– Se abre el Mar Rojo
– Tres peces se tragan sucesivamente a Jonás
– Construyen la Torre de Babilonia
– las 4 bestias de los 4 reinos del libro de Daniel, 7
– Elín, donde descansaron los israelitas, con 12 fuentes y 70 palmeras (Exodo 15, 27)
Hay además una escena del zodíaco con el ciclo del sol, y unos cupidos y animales mitológicos rodeando unos textos.
Una comunidad próspera hacia el año 400
La sinagoga de Huqoq es asombrosa, grande, rica, y además de mosaicos tenía paredes pintadas y escultura grabada. Muestra que los judíos hacia el año 400 podían organizarse en poblaciones prósperas y edificios ricos, que usaban textos en arameo y decoraban al estilo helenístico aunque con temas bíblicos.
Para enmarcar la época, recordemos que en el 335 se consagró el Santo Sepulcro en Jerusalén, en el 380 el emperador Teodosio proclamó el cristianismo como religión oficial del Imperio, hacia el año 400 San Jerónimo traducía la Biblia al latín desde su cueva de Belén y hacia el año 500 las escuelas rabínicas de Galilea (incluyendo sin duda la de esta sinagoga) terminarían de compilar los textos del Talmud de Jerusalén.
Hacia el s.XIII existía la tradición judía y drusa de viajar al lugar por la creencia de que allí está la tumba del profeta Habbakuk. Quizá eso fue lo que permitió reconstruir la sinagoga (de forma mucho más austera) en el s.XIV, por lo que sería, dicen los arqueólogos, la primera «sinagoga de periodo mameluco descubierta en Israel».
Huqoq empezó a excavarse en 2012. No hubo excavaciones en 2020 y 2021 por la pandemia. Participan en los trabajos la Universidad North Carolina Chapel Hill, Austin College, Baylor University, Brigham Young University y la Universidad de Toronto.