El actual Patriarca Latino de Jerusalén, el arzobispo y franciscano Pierbattista Pizzaballa, fue nombrado para el cargo en octubre de 2020. A los cuatro meses llegó el coronavirus y todo quedó paralizado o en un entretiempo extraño.
Ha llegado ahora, por fin, el momento en que el arzobispo haga sus primeros nombramientos de importancia y reasignaciones de funciones en los organismos del Patriarcado y sus parroquias, las de rito latino de Israel, Palestina y Jordania.
El obispo auxiliar Shomali deja Jordania
El cambio más importante a mivel de organización jerárquica se refiere al obispo auxiliar William Shomali, palestino de 71 años. Durante bastantes años ha sido el vicario del Patriarcado para Jordania, es decir, la mano derecha del Patriarca y principal pastor de los católicos latinos de Jordania (unos 80.000 en 33 parroquias, aunque con refugiados pueden ser más). Pasa ahora a Jerusalén como vicario general, «para ayudarme a guiar toda la diócesis», escribe Pizzaballa.
Al frente de los católicos latinos de Jordania pasa el sacerdote Jamal Khader, palestino de 57 años, «quien tras años de servicio en Palestina llevará ahora su experiencia a Jordania para dar continuidad al trabajo hecho hasta ahora».
Un alemán para los migrantes, y un polaco para los hebreo-hablantes
El sacerdote Rafic Nahra, que servía en el «vicariato de Santiago» y era el responsable patriarcal de un departamento tan complejo como es Migrantes y Solicitantes de Asilo, pasa a servir en la Curia Patriarcal en Nazaret. Nahra nació en Egipto y se formó en París.
El «vicariato de Santiago» es el nombre del servicio específico a los católicos latinos de lengua hebrea, que son una minoría pequeña de conversos, o de emigrantes y personas de rito latino que no son de lengua árabe (como son la mayoría de cristianos tradicionales del país) sino que usan la lengua hebrea como lengua propia o franca.
A veces se trata de personas con orígenes en Polonia, Bielorusia o Ucrania, quizá con una abuela judía y un abuelo polaco católico, que han emigrado o han crecido en Israel y allí han asumido la fe católica de parte de su familia.
Las tareas del padre Nahra eran muy amplias y quedan repartidas. Del vicariato de Santiago (es decir, de los católicos de lengua hebrea) se encargará el sacerdote polaco Piotr Zelasko (en Israel desde 2005).
Y de la acogida de Migrantes (que incluye africanos, personas de Europa del Este y cristianos árabes que huyen de la violencia en Siria o Irak) se encargará el monje benedictino Nikodemus Schnabel, alemán, erudito en cristianismo oriental, buen comunicador, al que le gusta recordar que su abadía benedictina de la Dormición, en el corazón de Jerusalén, «según el derecho internacional se encuentra en la tierra de nadie entre Israel y Palestina».
Curas en Tierra Santa con apellidos en español
Entre los nombramientos, los hay con apellidos en español. Así, Javier Velásquez aparece confirmado como vicerrector del seminario Redemptoris Mater de Galilea.
Allí llegan jóvenes de varios países, a menudo de España o Hispanoamérica, de espiritualidad del Camino Neocatecumenal, que servirán durante varios años a la iglesia de Tierra Santa aunque luego puedan marchar como misioneros a otros países (por ejemplo, árabehablantes).
Uno de esos jóvenes es Miguel Pérez Jiménez, originario de Murcia, España, cuarto de diez hijos. Estuvo en misión en Jordania y en Eilat, y sirvió como diácono en la parroquia de Fuheis en Jordania. Ahora será el párroco de Rafidia, en territorio palestino.
Mateo Álvarez Serna, joven sacerdote colombiano ordenado también en el seminario Redemptoris Mater de Galilea, que pasó por la parroquia latina de Eilat y la catedral siro-católica de Egipto, pasa a ser ahora vicario parroquial en Fuheis, territorio de Jordania.
Y Samuel Tobar Maida, joven salvadoreño ordenado en el mismo seminario, pasa a ser vicario en Swefieh, un barrio de Ammán, la capital jordana.
Se va a Roma el experto en arreglar papeleos y visados
Deja la cancillería para ampliar estudios en Roma Ibrahim Shomali, sacerdote palestino de 48 años. El Patriarca agradece sus cinco años «en el servicio ligado a los tediosos y cada vez más complicados permisos y visados». Efectivamente, este servicio de la cancillería busca aliviar la tortura burocrática para el clero católico latino en Tierra Santa que es obtener papeles: pocos son realmente ciudadanos de Israel y el papeleo se lleva grandes esfuerzos en una diócesis que cubre 3 realidades nacionales distintas.
Se retira además «oficialmente» por motivos de edad el obispo auxiliar Giacinto Boulos Marcuzzo, natural de Italia pero que a los 15 años ya estaba en el Seminario menor de Beit Jala en Tierra Santa. Fue ordenado obispo en 1993 en Jerusalén. El Patriarca espera que siga sirviendo como referencia cercana por aportar «serenidad y visión prudente de situaciones y eventos».
El Patriarca comenta además que los cargos en el seminario y en la oficina de catequesis que por ahora se anuncian son sólo temporales y sometidos aún a muchas consideraciones.