La ubicación exacta de la famosa fortaleza construida por Antíoco IV para controlar Jerusalén así como la actividad en el Monte del Templo, ha sido durante mucho tiempo desconocida debido a la escasez de restos arquitectónicos que se puedan remontar a la presencia griega.
Durante los últimos cien años de investigaciones arqueológicas, numerosas teorías se han propuesto identificar la ubicación del Acra, que finalmente fue conquistada por los hasmoneos.
El Libro de los Macabeos se refiere a la ubicación de la Acra: "Y edificó la ciudad de David con un grande y poderoso muro, y con torres fuertes, y la convirtió en una fortaleza [griego: Acra] para ellos. Y se colocó allí una nación pecadora, hombres perversos, y se fortificaron en él" (I Mac 1, 33-37).
La Ciudad de David, según reconstrucción del Museo de Israel.
Según fuentes históricas, la fortaleza fue ocupada por mercenarios y judíos helenizados, estando documentado el gran sufrimiento de los residentes de Jerusalén por parte de los habitantes de la Acra.
"Las defensas poderosas de la fortificación resistieron todos los intentos de conquistarla, y fue sólo en 141 a.C., después de un prolongado asedio y el hambre de la guarnición griega dentro del Acra, que Simón Macabeo fue capaz de forzar su rendición", dijeron los arqueólogos, según recoge Radio Judía de América: "Las numerosas monedas, que datan del reinado de Antíoco IV al de Antíoco VII, y el gran número de jarras de vino importadas de la región del Egeo a Jerusalén que fueron descubiertas en el sitio, proporcionan evidencia de la cronología de la ciudadela , así como la identidad no judía de sus habitantes ".
La Fundación Elad, que opera el parque nacional, está financiando las extensas excavaciones, en las que se han descubierto numerosos objetos procedentes de más de diez culturas antiguas diferentes de la historia de Jerusalén.