En 2005, el franciscano Amjad Sabbara era párroco en Belén. Pensaba mucho en el Niño Jesús, y también en los niños atribulados de Belén dos mil años después de Jesús. En esos años los franciscanos ayudaban a reparar casas y apoyaban familias con dinero y servicios, pero algunos necesitaban más, un hogar seguro para estar casi toda la semana, aunque sin cortar lazos con sus familias.
La Casa del Niño empezó a funcionar de verdad en 2007. Muchos le llaman la Franciscans Boys Home.
«Vi los desafíos que atraviesan nuestras familias, y sobre esta base pensamos en fundar la Casa del Niño. Damos gracias a Dios, han pasado 16 años, ciertamente son muchos desafíos pero también muchos éxitos, y lo hermoso es que la semilla se ha convertido en un árbol, como dice Jesús, un árbol del que crecen muchas ramas», explica el sacerdote en Terra Santa News.
Actualmente la casa acoge a 27 niños y adolescentes varones. Por ella han pasado unos 160 niños ya, muchos son hoy adultos, trabajan y agradecen la ayuda recibida. Para ellos, la casa fue un refugio seguro y cálido en contextos muy complicados.
Los chicos viven en esta casa de lunes a sábado. El sábado por la tarde van con sus familias o parientes, aunque a veces van de excursión o a peregrinaciones. En la casa tienen alojamiento, comida, amigos, cuidado, atención, acceso a estudios, gente que se preocupa por ellos… Siempre se organizan juegos y actividades, a compaginar con los estudios.
Se pueden ver fotos de su día a día aquí en Facebook.
Uno de ellos es Jeries Sciatara: «Vengo aquí desde que tenía seis años, ahora tengo dieciocho. Mi madre no podía criarnos y trabajar para mantenernos al mismo tiempo, así que nos invitó a entrar en esta casa. No estábamos muy contentos con la idea, pero con el tiempo fuimos conociendo a todos, nos atendieron los hermanos y nos cuidaron», explica.
El 13 de septiembre se celebró una misa de acción de gracias por estos 16 años de vida. La celebración se celebró en la capilla del interior de la Casa del Niño y estuvo presidida por Fr. Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa. Estuvieron presentes numerosos sacerdotes, Fr. Amjad Sabbara, de la Custodia, fundador de la Casa, y Fr. Sandro Tomašević, actual director. En la misa participaron los niños alojados allí y numerosos fieles.
Fray Tomasevic explicó que en la casa se vive «como una sola familia, desde el más pequeño hasta el más mayor«. Es una alegría pero también una responsabilidad.
El padre Ibrahim, Vicario de la Custodia de Tierra Santa, explicó que «es uno de los proyectos más importantes que la Custodia de Tierra Santa ha creado en Belén para todos los niños que viven situaciones familiares difíciles, que necesitan cuidado y amor, un hogar confortable y un ambiente que les ayuda a vivir como niños».