El 8 de mayo concluyó el primer Encuentro Internacional entre cardenales, obispos y rabinos organizado en Israel por el Camino Neocatecumenal, en el marco del 50º aniversario de la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II (sobre las relaciones de la Iglesia con las confesiones no cristianas) y en recuerdo del 70º aniversario del fin de la Shoah (Holocausto). Tuvo lugar lugar en la Domus Galilaeae, de Isra, en la región de Galilea y participaron 7 cardenales, 20 obispos y 120 rabinos de todo el mundo, junto a personalidades de la docencia, el arte y la cultura de las dos confesiones religiosas.
Los purpurados presentes fueron los cardenales George Pell, Stanislaw Rylko, Telesphore Placidus Toppo, Christoph Schönborn, Josef Cordes, Andrew Yeom Soo-jung y Paolo Romeo, y el encuentro fue guiado por el Equipo Internacional del Camino Neocatecumenal, formado por Kiko Argüello, Carmen Hernández y el padre Mario Pezzi, junto al director de la Domus Galilaeae, el padre Rino Rossi.
Se trata de una iniciativa sin precedentes, uno de cuyos momentos fundamentales fue la Sinfonía de Homenaje y Oración El Sufrimiento de los Inocentes interpretada por la Orquesta y el Coro del Camino como un acto de amor y de reconciliación con el pueblo judío por el sufrimiento de la Shoah (el Holocausto).
A lo largo de cuatro días, los participantes plantearon algunos desafíos comunes: la misión salvífica del pueblo judío y de la Iglesia católica en el mundo de hoy; la transmisión de la fe a la siguiente generación; el contraste entre la antropología judeo-cristiana y las antropologías que tienen como premisa la negación de Dios; y el resurgir del antisemitismo y el fundamentalismo xenófobo.
El último día, los rabinos expresaron su satisfacción: “Ha sido un encuentro histórico. Se ha dado un inmenso cambio de los prejuicios y las divisiones del pasado y este evento hace presagiar una nueva primavera de amor entre el Hebraísmo y el Cristianismo”. Y mencionaron que "el homenaje sinfónico y de oración, compuesto por Kiko Argüello, que recuerda la tragedia de la Shoah, nos ha ayudado a meditar sobre el sufrimiento de los inocentes, que hoy continúa también entre los cristianos en algunos países de África y de Oriente Medio”.
El Papa Francisco dirigió al Encuentro, que contó con el respaldo de la Santa Sede, el siguiente mensaje: "Envío mi saludo a todos vosotros que participáis en este encuentro, y os aseguro mi cercanía espiritual. Espero que vuestro encuentro sea una ocasión para reforzar los vínculos de fraternidad que compartís, y para profundizar en vuestra tarea de dar a conocer el grito de los inocentes a través del lenguaje de la música. Unido a vosotros, oro al Señor para que escuche este grito y que sane las aflicciones de todos aquellos que sufren. Así también yo rezo para que los corazones sean abiertos a la invocación de los inocentes de todo el mundo. Con estos sentimientos, invoco abundantes bendiciones divinas sobre todos vosotros como prenda de paz y fuerza".