Hace años que Jordania potencia sus santos lugares, haciendo efectiva su promesa de redoblar sus esfuerzos e inversiones en el abundante patrimonio cristiano de una región que muchas veces cae en el olvido a la hora de planear un viaje a Tierra Santa.
Allí se encuentra Maqueronte, la más inexpugnable fortaleza judía después de Jerusalén, según Plinio, donde fue encarcelado San Juan Bautista. O Betania, lugar del bautismo de Jesús. Incluso una de las iglesias cristianas más antiguas descubiertas hasta la fecha. Y estos son solo algunos de los monumentos y lugares que están siendo rehabilitados por las autoridades jordanas con el objetivo de promover el turismo cristiano en la región.
Según recientes declaraciones de autoridades políticas y religiosas a National Catholic Register, formaría parte de un plan de mejora de los tesoros del patrimonio cristiano a los que se están dedicando ambiciosos proyectos y elevados fondos económicos para impulsar la economía nacional, en la que el turismo supone el 30%.
Las autoridades jordanas pretenden aprovechar también lo oportuno de la localización y situación de su país, que supone un foco de paz respecto a la persecución o inestabilidad que se da en otros países vecinos como Irak, Siria o Palestina y donde la abrumadora mayoría islámica del 96% no afecta gravemente a la situación general de los cristianos.
Pese a ser una clara minoría, el obispo jordano Maroun Lahlam tiene probada la influencia del cristianismo en la región y ha elaborado varios informes al respecto que concluyen que la comunidad cristiana representa el 30% de la economía del país, el 9% de los miembros del Parlamento y el 6% del Senado.
El mismo ministro de Turismo en el país, Makram Mustafa Queisi, ha reconocido en diversas ocasiones como, «a pesar de sus reducidas dimensiones, la comunidad cristiana nunca ha estado al margen de la sociedad jordana. Siempre han estado en lo más profundo de nuestra sociedad y son parte integrante de su pasado, su presente y su futuro».»La comunidad cristiana también lleva a cabo una importante labor caritativa ayudando a los enfermos, los pobres y los refugiados a través de muchas instituciones sociales», destacó en una reunión con el obispo de Tarbes y Lourdes Jean-Marc Micas.
Un ejemplo de las iniciativas del gobierno jordano para promover el turismo cristiano es el proyecto conjunto con el gobierno israelí en el que los turistas provenientes de Israel puedan acceder a Jordania a través de un cruce cercano al lugar donde fue bautizado Jesús, si bien las reuniones se estancaron en torno a la residencia temporal de los turistas.
«Le dije [al presidente israelí] que a menos que los turistas pasen tres noches en Jordania, no lo abriré solo para que puedan pasear. Queremos que los turistas pasen tres noches en Jordania, disfruten de los otros lugares sagrados en Jordania, vayan a Jordania e inviertan en Jordania», declaró en mayo de 2020 el príncipe Ghazi bin Muhammad, primo del rey Abdalá.
Maqueronte, «un «increíble y casi milagroso regalo de Dios»
Entre los que ya han sido desarrollados, se encuentra la finalización y habilitación arqueológica del antiguo sitio bíblico de Maqueronte, la fortaleza en el desierto de Herodes y el lugar donde San Juan Bautista fue encarcelado y asesinado. Tras su descubrimiento e inicial abandono en 1968, las excavaciones finalizaron en 2018.
El proyecto de Maqueronte ha sido dirigido durante dos décadas por el arqueólogo húngaro Győző Vörös, que en 2022 fue premiado con la Medalla de Oro del Pontificado por parte de la Pontificia Academia Romana de Arqueología y la Pontificia Academia Cultorum Martyrum por el proyecto Las excavaciones arqueológicas de Maqueronte, sintetizado tres volúmenes.
Vörös describió el descubrimiento como algo «increíble, casi milagroso», pues el emplazamiento había desaparecido tras su destrucción por los romanos al final de la primera revuelta judía en el 71-72 d.C. A raíz del deseo expresado por Benedicto XVI en su viaje a Jordania en 2009, se encomendó a Vörös un estudio de dos décadas sobre el yacimiento, periodo en el que hallaron más de cien mil fragmentos arquitectónicos que permitieron al arqueólogo rescatar la edificación. «Maqueronte es un regalo que Dios Todopoderoso ha hecho al siglo XXI. Podemos reconstruir arquitectónicamente el interior de un lugar, el palacio herodiano, descrito en el Evangelio. Hoy podemos ofrecer a las nuevas generaciones una imagen fiel de lo que nos dicen los textos sagrados: no una ilustración bíblica, basada en la imaginación o la fantasía, sino un documento histórico», declaró.
Maqueronte, la fortaleza en el desierto de Herodes.
Otro de los escenarios actualmente en expansión como zona turística y que muestran que Jordania potencia sus santos lugares es Betania, lugar donde Jesús fue bautizado por Juan el Bautista y calificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Situado a nueve kilómetros al norte del Mar Muerto, este sitio arqueológico incluye dos zonas principales: el tell Al-Kharrar o Jabal Mar Elias (la colina donde, según la tradición, Elías fue llevado al Cielo) y la zona de las iglesias de San Juan Bautista, cerca del río Jordán.
Según la tradición cristiana, en este lugar, situado en medio de una naturaleza salvaje, fue bautizado Jesús de Nazareth por Juan Bautista. Contiene vestigios de origen romano y bizantino, como iglesias, capillas, un monasterio y grutas que sirvieron de refugio a eremitas y pilas bautismales, dan testimonio de la vida religiosa del lugar, que es hoy destino de peregrinación para los cristianos.
Otro de los proyectos más ambiciosos de Jordania y financiado por el Ministerio de Turismo, según el director de turismo religioso Amer Twal, es la iglesia de Aqaba, actualmente considerada una de las iglesias cristianas más antiguas descubiertas hasta la fecha.
Descubierta en 1998, se cree que la iglesia fue la sede del Obispo de Aila (Áqaba), quien fue asistente del Primer Concilio de Nicea en 325, lo que sugiere la importancia de la comunidad cristiana en el área. Basándose en monedas y otros artefactos descubiertos en la excavación, los especialistas la datan en torno al año 294, siendo así más antigua que la Iglesia de la Natividad (322) y la Iglesia del Santo Sepulcro (327) y, por lo tanto, la estructura más antigua del mundo construida como una iglesia.
La iglesia bizantina del Mar Elías el Aljoun, que se considera el lugar de nacimiento del profeta, o la financiación por parte del rey Abdullah II de las renovaciones de la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén en 2016 son otros de los proyectos impulsados por las autoridades jordanas.
«Queremos transmitir al mundo el mensaje de que Jordania es especial, ya que musulmanes y cristianos simplemente nunca ‘coexistieron’ aquí, ni siquiera usamos esa palabra. Hemos estado viviendo juntos ininterrumpidamente durante siglos. Esta es una peculiaridad de nuestra sociedad: la amamos; creemos en ello; lo vivimos a diario», declaró el ministro de Turismo jordano a National Catholic Register.
Otro de los proyectos activos con los que Jordania potencia sus santos lugares, aunque con perspectivas más reducidas de obtener resultados, es el de la promoción de un acuerdo de hermanamiento entre el santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia y el de Na’our (Gran Ammán), con una réplica exacta de esta advocación.
Por el momento, el obispo de Lourdes y Tarbes Jean-Marc Micas lo considera un proyecto de difícil ejecución, aunque se da una relación muy estrecha desde su predecesor, Nicolás Brouwet, que visitó la localidad en 2018 para promover la asistencia de los devotos y fieles. Durante la misa que presidió insistió en recordar el desafío que comparten ambos lugares: “Lo que tenemos que hacer por encima de todo es llevar a María por madre”.
«Tenemos mucho que aprender del fervor de los cristianos de Jordania, que me ha conmovido tanto desde mi llegada, y siempre he creído que si fuéramos capaces de llevar la paz a Oriente Medio, seríamos capaces de llevar paz al mundo entero”, dijo. “Por eso estoy dispuesto a estudiar las diferentes opciones que nos permitan fortalecer los lazos entre Lourdes y este sitio único«, declaró recientemente Micas.