En la primavera de 2013, la Custodia de Tierra Santa dio a conocer un proyecto suyo: abrir en Jerusalén el Terra Sancta Museum, "el único museo del mundo consagrado a las raíces del cristianismo y a la conservación de los santos lugares". En espera de la inauguración, prevista para 2015 como lo anuncia el sitio dedicado al proyecto, los preparativos están en marcha.
En los dos conventos que acogerán el museo -la Flagelación, segunda estación del Viacrucis, y el convento de San Salvador en la Puerta Nueva- las labores ya han comenzado. El proyecto no prevé la construcción de nuevos edificios, sino que es necesario llevar a cabo, en los dos conventos, un estudio juicioso para liberar los 2.573 metros cuadrados destinados a la superficie de la exposición.
San Salvador
En San Salvador, para llevar a cabo el traslado de la biblioteca donde se instalará una parte del museo, ha sido necesario encontrar y preparar un nuevo local. La nueva biblioteca se inauguró en febrero de 2013, pero será necesario además trasladar la oficina de la imprenta.
Mientras tanto, se están remodelando algunos antiguos almacenes. Algunos reservan sorpresas como, por ejemplo, que debajo de una capa de yeso húmedo se ha descubierto un magnífico muro que podría remontarse al siglo XV, o ser incluso más antiguo. Pero lo que más tiempo requiere todavía es combatir la filtración de agua. "No podemos exponer piezas las piezas más hermosas del tesoro en un lugar donde la atmósfera húmeda, las pérdidas u otros daños debidos al agua pudieran arruinarlas", explica el padre Stèphane, encargado de los bienes culturales de la Custodia.
Es necesario, por tanto, localizar en los muros, bajo el pavimento, todas las viejas canalizaciones que, aunque estén ya fuera de uso, no están siempre sin agua. Pero el más pequeño golpe de martillo reserva sorpresas que ralentizan los trabajos.
La Flagelación
En el convento de la Flagelación, el padre Eugenio Alliata es pesimista: "Bajo nuestros pies hay una fuente que no se agota y la humedad permanecerá". Es una realidad con la que hay que convivir. De momento esta humedad mantiene, allí donde estará el museo multimedia, una temperatura más fresca que la externa.
También en esto ha sido necesario desalojar el lugar que desde hace años era un lapidario, es decir un lugar en donde colocar toda clase de piedras, desde inscripciones hebreas, griegas, latinas o en siríaco en una columna, a urnas funerarios de la época de Cristo, o las palas de las catapultas del emperador Adriano…
Vivir más conscientemente el Viacrucis
El viernes 15 de mayo, el lapidario y futuro museo acogió a la comisión del museo al completo. La comisión se reunió durante toda la mañana para tratar un único tema, sabiendo que el proyecto consiste en poner a disposición un instrumento útil que permita vivir más conscientemente el Viacrucis y llegar así a los distintos lugares que lo componen, y la forma de realizarlo. Una primera búsqueda entre agencias especializadas en la narración multimedia ha permitido seleccionar dos estudios que han propuesto unos proyectos detallados.
¿Es necesario dar mayor relevancia a la tecnología o al mensaje didáctico? ¿Cómo ha previsto cada uno de los proyectos ocupar el espacio? ¿Qué fluidez habrá en el paso de grupos o de visitantes aislados? ¿Cuál de los dos permitirá presentar el museo en un mayor número de lenguas sin hacer pesada la gestión? ¿Dónde se comprarán las entradas? ¿Los grupos podrán reservar su visita en su idioma y con qué flexibilidad de horario? ¿Se podrá sentar un grupo durante cinco minutos para ver un vídeo? Cada punto, cada detalle se discute.
El padre Dobromir Jasztal, vicario de la Custodia, subraya que ya otros lugares presentan la historia de Jerusalén y que un sitio franciscano debería distinguirse, considerando que el museo recibirá a peregrinos con su práctica de fe. El debate hace progresar las ideas y enriquece el proceso de toma de decisiones. Los arqueólogos aportan su punto de vista, los especialistas en historia del arte, otro. Los franciscanos acostumbrados a guiar a los peregrinos conocen las dificultades ligadas al ejercicio y dan consejos, el museólogo toma nota, el arquitecto calcula… Es necesario adaptar todo ello a un proceso temporal.
Con el desarrollo de las tecnologías de la información, ¿cuál de todas estas soluciones propuestas tendrá mayor longevidad? Se sueña, y es realmente un sueño, que con una par de auriculares en las orejas será posible pasear por el Santo Sepulcro de Constantino en 3D… pero se vuelve a la realidad. Hay que pedir a los dos estudios algunas clarificaciones y desarrollos.
En cualquier caso, los estudios aseguran que se pueden realizar sus propuestas en el marco de 6 meses. Los trabajos restantes a realizar en el lapidario se harían en menos tiempo. Entonces uno de los participantes se pregunta: "¿Entonces no se va a inaugurar esta parte del proyecto en 2015?". En este país, como es costumbre, hay que concluir con un «In sha Alá» [¡Si Dios quiere!].