El miércoles 7 de agosto de 2024 se inauguró oficialmente en Beit Sahour, al lado de Belén y 10 km al sur de Jerusalén, la nueva Asociación Caritativa San José, en la que colaboran católicos y ortodoxos.
Al acto acudieron, además de sacerdotes de la zona:
– el obispo auxiliar latino, William Shomali, vicario general del Patriarca Latino;
– el arzobispo Atallah Hanna, responsable de la Iglesia Ortodoxa Griega en la ciudad de Jerusalén y cercanías;
– Munib Younan, obispo emérito luterano palestino;
El germen de la asociación surgió hace 20 años. Entonces eran unos jóvenes que querían ayudar a enfermos de cáncer. Diez años después, se creó otro grupo para apoyar a familias necesitadas. Con la crisis del coronavirus, la falta de peregrinos, los confinamientos, etc, los dos grupos crearon un fondo de ayuda conjunto, sobre todo para temas sanitarios y para ayudar a las familias en paro en Belén.
La parroquia latina de Beit Sahour y su párroco, Suhail Fakhoury, impulsaron ese fondo entre los jóvenes locales y lograron apoyos de expatriados en Estados Unidos. Se convirtió en un fondo conjunto entre las comunidades locales e internacionales. Entonces se asociaron con el Patriarcado Latino de Jerusalén, la Iglesia Ortodoxa, la Sociedad del Buen Pastor, Cáritas Belén y la Sociedad Árabe: la red se ampliaba y llegaban así a más necesitados.
Al crecer, decidieron registrarse como organización benéfica oficial, supervisada por un organismo administrativo. Sus objetivos declarados son: aportar artículos de primera necesidad, educación y atención médica entre los cristianos de Beit Sahour y la gobernación de Belén.
En su discurso, el obispo Shomali destacó la importancia de la generosidad en la vida cristiana, citando las palabras de Jesús en Lucas 6,38: «Dad, y se os dará». Señaló que la asociación asegura la continuidad de la presencia cristiana y satisface las necesidades de los menos afortunados, reflejando el modo de vida de la iglesia primitiva.
La Sociedad de San José no es sólo una organización benéfica, sino un símbolo de esperanza y solidaridad social. Mediante esfuerzos colaborativos y un fuerte espíritu humanitario, su objetivo es generar un impacto significativo en la comunidad y reavivar la esperanza en tiempos difíciles.