A principios de julio concluyó el campamento de verano desarrollado por Acción Católica de Belén, financiado por la Conferencia Episcopal Italiana, a través del Comité para las intervenciones caritativas en favor de los países del Tercer Mundo, y enmarcado dentro de un proyecto de apoyo a sectores más débiles de Belén, mujeres, jóvenes y niños.
Durante la fiesta final, a la que asistieron padres, familiares y vecinos, los niños tuvieron la oportunidad de presentar todo lo que han aprendido durante la semana de actividades: bailes, canciones, ensayos teatrales y trabajos preparados durante los talleres.
En el campo han participado unos 200 niños de entre 6 y 13 años, guiados por un equipo de educadores apasionados, la hermana Anna, coordinadora del campo, y el padre Lwai, fraile franciscano de la Custodia de Tierra Santa.
Durante la duración del campamento de verano, los niños han podido realizar actividades recreativas y educativas tales como danza, teatro, juegos de grupo, deportes -especialmente fútbol y baloncesto- y talleres prácticos. Había días de natación y senderismo, y ha habido momentos de reflexión a través del cual los niños han tenido la experiencia de la fe cristiana. Siempre ha habido mucha colaboración entre educadores y niños, algunos siempre disponibles y queriendo participar y otros entusiasmados en las propuestas que se hacían.
Federica, joven voluntaria que ha decidido dedicar su verano a los proyectos de la Asociación pro Terra Sancta, cuenta: “Al principio estaba bastante desorientada, porque ya estaba todo preparado de manera que era yo quien tenía que dar el primer paso e integrarme. Sin embargo, fue una cuestión solamente de los primeros días, porque después fue genial. Con los niños es difícil comunicarse, la mayoría habla sólo árabe, así que no sabía mucho cómo moverme, pero lo que me sorprendió fue que cada día trataban de encontrarme, enseñándome, por ejemplo, unas palabras de su lengua. Siempre es agradable ver a los niños llenos de alegría y emoción, especialmente cuando el contexto en el que viven es tan diferente. Ha sido una hermosa experiencia, agotadora, pero muy interesante, porque de alguna manera entré en contacto con su realidad, con su historia y esto me ha permitido acercarme más a ellos.”
Es un momento muy importante para los niños de Belén, porque en la vida cotidiana tiene gran influencia el contexto socio-político en el que no hay muchas oportunidades de experimentar crecimiento y diversión como ésta.
Es fundamental, por tanto, que haya iniciativas listas para dar espacio y esperanza a los más afectados por las dificultades del país, es decir, a los propios niños.