Han transcurrido nueve años desde que se erigió el Magdala Center en lo que hace 2.000 fue la cuna de María Magdalena. En ese tiempo, la institución dirigida por el sacerdote mexicano Juan Solana no ha dejado de cosechar trabajo y éxitos, que este último año se han hecho especialmente patentes.
Uno de los más destacados es sin duda el reconocimiento de Magdala como una de las diez mejores atracciones turísticas por parte de TripAdvisor, concediendo a Solana, su responsable, el premio Travellers’ Choice Best of the Best de 2023. Y lo ha logrado en un plazo de cinco años que se cumplen también este 2023, en los que 50 millones de peregrinos han visitado el emplazamiento tanto presencial como virtualmente.
Inaugurado en 2019, Magdala Center cuenta con 150 habitaciones, una capilla, salas de reuniones para retiros, eventos especiales y ceremonias y todo ello flanqueado por el mismo mar de Galilea y el yacimiento arqueológico de Magdala.
Uno de los proyectos que más expectación ha generado Magdala Center este 2023 ha sido la celebración de la primera edición del Magdala Youth Fest, recibiendo a medio millar de peregrinos provenientes de 25 países. El festival tiene como meta prolongarse durante los próximos diez años, cuando se cumple el segundo milenio de la resurrección.
Magdala, «gran anunciante de la resurrección»
Solana ha sido recientemente entrevistado al respecto en el canal Manual para enamorarse, de la periodista Ayram Edery, destacando su deseo de asemejarse a María Magdalena como la «gran anunciante de la resurrección de Cristo».
Por ello, dijo, «esperamos organizar este itinerario año a año, ojala que cada día con más gente y más joven, para llegar así a esta etapa tan importante de nuestra vida y de nuestra fe».
Un evento que combina lo festivo con lo turístico, pero especialmente con la «búsqueda espiritual que es la vida. Desde pequeños [la vida] es una búsqueda constante y así sigue de adultos, con personas, trabajo, metas, ilusiones…».
En este sentido, Solana profundizó en torno al lema de esta peregrinación, ¿Qué buscas?, cuyo sentido último se encuentra en la «sana inquietud» plasmada por San Agustín hasta que el corazón «descanse en Jesús. En realidad, estar en Él es el Cielo, es un itinerario gigante, pero antes de llegar ahí seguimos buscando y ojalá que en esta tierra lo encontremos ya, nos ilumine y enseñe Su Evangelio».
Tras cumplir las dos décadas en Tierra Santa, Solana contempla su estancia con retrospectiva y recuerda la «crisis» que sufrió a su llegada debido a una depresión.
«Era un itinerario que yo no sabía, pero Dios sí. Tenía unos planes que me han sorprendido cada día y ciertamente jamás imaginé que Magdala acogería millones de peregrinos al año, tocaría corazones aunque fuese un poco y sacaría esa inquietud sana. Confiar en Dios, abrirle nuestro corazón sinceramente y querer hacer lo mejor que podamos en nuestra vida te lleva sin duda a esas metas que uno no imagina«, destacó.
A lo largo de la entrevista, el sacerdote mexicano detalló los orígenes y gestación de la iniciativa, entre los que no faltaron alegorías evangélicas, como el primer día que pensó en un proyecto dedicado por entero a los peregrinos de Magdala.
Un pescador le inspiró
«Una mañana dormí bajé a ver el amanecer en el mar de Galilea. Llegó un pescador con su barca y empezó a tirar sus redes y tuve una experiencia que se ha repetido varias veces. Me pregunté: `¿Qué haría yo aquí?´», recuerda.
«Enganchado» a esa pregunta, esbozó una primera idea del proyecto que planteó a sus superiores, que compraron un hotel en venta. Cuando empezó la edificación, era plausible que hallasen algún yacimiento en la zona, pero lo que no esperaban encontrar era un pueblo donde, con una certeza casi total, predicó el mismo Jesús.
Entre otras anécdotas, detalló cómo se «conmovió hasta las entrañas» al poder celebrar la Santa Misa en una sinagoga de Magdala por primera vez en 2.000 años. «Me hizo literalmente trasladarme al siglo I. Increíble», comentó.