En las últimas semanas, la Autoridad de Antigüedades de Israel, junto con residentes locales y algunos jóvenes, ha llevado a cabo una inusual excavación arqueológica en busca de la ubicación real de la Tumba de los Macabeos.
Los Macabeos fueron una familia sacerdotal que bajo la dirección de Matatías el Asmoneo inició la rebelión contra la tiranía de Antíoco IV Epífanes, rey de Siria, y después de conseguir la independencia judía gobernó la nación hasta ser derrocada por Herodes el Grande. El nombre Macabeo fue originariamente el apelativo de Judas (Judas Macabeo), el tercer hijo de Matatías, pero más tarde se extendió a todos los descendientes de Matatías, e incluso a todos los que tomaron parte en la rebelión.
El antiguo interés cristiano por hallar el lugar
La Iglesia celebraba su fiesta el 1 de agosto, venerándolos como mártires porque así murieron junto con su madre, según describe la Biblia en el capítulo 7 del Libro Segundo de los Macabeos. Sus reliquias, veneradas en Antioquía en tiempos de San Jerónimo, se trasladaron en el siglo VI a la iglesia romana de San Pedro Ad Vincula.
Precisamente el interés cristiano por encontrar su tumba ha sido históricamente el impulso de las investigaciones sobre su ubicación, como reconoce Amit Re´em, de la Autoridad de Antigüedades de Israel: “Hay un lugar de honor, de dignidad para los Macabeos en el cristianismo. Y podemos concluir que el cristianismo antiguo, tal como ahora nosotros los arqueólogos, buscaba la antigua tumba de los Macabeos”.
Un mosaico y una cruz
Y ¿cuál podría ser esa ubicación, según las excavaciones en curso? A menos de dos kilometros de la actual ciudad de Modi´in, al oeste de Cisjordania. Allí se ha encontrado una cruz de mosaico en el piso de un nicho, sugiriendo la presencia bizantina precisamente por su devoción a los macabeos, cuya historia se encuentra en la Biblia católica y en la versión griega ortodoxa, pero no sin embargo en la Biblia judía. Sin embargo, como explica el arqueólogo Dan Shachar, "los Macabeos establecieron un Estado judío independiente, un dato que es significativo tanto para el judaísmo como para el cristianismo".
Amit Re’em sugiere que cristianos bizantinos encontraron la tumba original y la redecoraron con el mosaico. "No me preocupa, como arqueólogo, encontrar una cruz, una cruz única como ésta aquí. Es un símbolo, una pista de que figuras especiales fueron sepultadas aquí”, afirma.
Impresionantes estructuras
Y parece que los hallazgos coinciden con las distintas descripciones que aparecen en las fuentes históricas, como la Biblia o la obra del historiador Flavio Josefo. Éste escribió sobre las tumbas de los Macabeos en dos textos antiguos y los definía como estructuras impresionantes, de piedra fina y rodeadas por columnas con techos de forma piramidal. Según Shachar, sobre los actuales restos sobre roca puede basarse esa identificación del lugar como el esperado.
Ya a finales del siglo XIX el arqueólogo francés Charles Clermont-Ganneau (1846-1923), que fue quien descubrió los mosaicos y la cruz, afirmó que "podía tratarse una edificación de los cristianos para conmemorar la tumba de los Macabeos". Pero luego el lugar se abandonó, quedó desierto y fue saqueado, desapareciendo numerosas pruebas de ese origen.
Ahora la Autoridad de Antigüedades de Israel, en una iniciativa que ella misma describe como "un paso inusual", se ha puesto en movimiento para "resolver de una vez por todas el enigma", y puede que lo haya conseguido.
Los "enormes pilares" hallados confieren al lugar "una apariencia impresionante que estimula la imaginación": "Si lo que hemos sacado no es ya la Tumba de los Macabeos, sí que hay una alta probabilidad de que sea un lugar que los primeros cristianos identificados como su lugar funerario, y sobre el cual en consecuencia erigieron la estructura".