Desde su inauguración el 28 de mayo de 2014, más de 75.000 personas han visitado las instalaciones de Magdala Center, junto al lago Tiberíades. El complejo, ubicado en el lugar donde nació María Magdalena, incluye un descubrimiento arqueológico excepcional: una sinagoga del siglo I en la que con toda probabilidad predicó Jesucristo.
El padre Juan Solana, director del Magdala Center, sacerdote mexicano encargado por la Santa Sede del Pontificio Instituto Notre Dame de Jerusalén, ofreció estos y otros datos durante un acto celebrado en el auditorio de los Padres Carmelitas de la madrileña calle Ayala. La conferencia había sido convocada por la Fundación Tierra Santa bajo el título El proyecto Magdala Center: la presencia cristiana en Tierra Santa, hoy.
Al presentar al conferenciante, se destacó que todos los esfuerzos de la Fundación se centran en mantener viva la presencia cristiana en Tierra Santa: “De no ser así”, subrayó, “las futuras generaciones no tendrán el privilegio de disfrutar del que es hoy el lugar más visitado de la tierra”.
Una emoción especial
El padre Juan Solana hizo un relato muy personal de los orígenes de Magdala Center: “Llegué a Jerusalén con un doble encargo de Juan Pablo II: que Notre Dame saliese adelante y ayudar a los cristianos de Tierra Santa. Eran los tiempos del final de la segunda intifada. Se calcula que el 40% de los cristianos de Tierra Santa abandonaron el lugar entre 2000 y 2005”.
Solana, que estaba en Nueva York el 11 de septiembre de 2011 y vio caer las Torres Gemelas (donde, explicó, tenía que haber estado de no ser por un cambio de última hora en una cita), se instaló en Jerusalén en los días previos al fallecimiento del Papa. Al poco se desplazó hasta el Mar de Galilea. “En este pequeño ángulo del mundo tuvo lugar casi toda la vida pública de Jesús. El cielo tiene que ser como aquella primera noche que pasé junto al lago Tiberíades”, evocó con emoción: “En ese momento comencé a soñar el proyecto de Magdala”, que incluiría una barca verdadera como las de hace dos mil años, desde la cual predicar a los peregrinos.
Avisado de un terreno en venta en torno a un hotel semiabandonado llamado Hawaii Beach, el padre Solana lo adquirió. Se trata de 8 hectáreas ribereñas del mar de Tiberíades, “en una bahía preciosa” y en el lugar donde nació María Magdalena. Tras años de trámites administrativos y proyectos arquitectónicos, el 11 de mayo de 2009, durante su peregrinación a Tierra Santa, Benedicto XVI bendijo la primera piedra de Magdala Center. El 26 de mayo de 2014, en Jerusalén, el Papa Francisco bendijo el sagrario que hoy ocupa el singular altar en forma de barca que caracteriza a la iglesia Duc in Altum [Rema mar adentro] del complejo de Magdala Center.
El descubrimiento sorprendente
Al poco de iniciar las obras se produjo el gran hallazgo arqueológico del lugar, un mosaico que formaba parte del que es hoy uno de sus grandes atractivos: una sinagoga del siglo I. “De las siete sinagogas más antiguas del mundo, ésta es la mejor conservada y la más rica. Se ha descubierto un altar que es como una maqueta del Templo de Jerusalén, el único modelo físico que se conoce. No se ha encontrado nunca en Israel una piedra como ésta”, dijo el padre Solana.
En la sinagoga se encontraron hasta tres mil monedas, una con la leyenda Herodes Tetrarca acuñada el año 29 d.C., una “prueba irrefutable”, dijo, de la antigüedad de la sinagoga.
Para los cristianos el hallazgo tiene un significado especial: “Jesús recorría Galilea predicando en las sinagogas, dicen los Evangelios”, apuntó el padre Solana (cfr. Mt 4, 23), “por lo que es casi seguro que en estos restos lo hiciera también”.
La Pompeya de Israel
Los hallazgos arqueológicos tienen una peculiaridad: a diferencia de otros enclaves, donde hay restos superpuestos de antigüedad diversa, en Magdala “todo es del siglo I”. Este hecho desconcertante se debe, según arqueólogos y geólogos y a tenor de las capas y composición del terreno, a que el lugar sufrió un aluvión, consecuencia de lluvias torrenciales, que lo sepultó todo. “Un caso excepcional”, subrayó Solana, “por lo que algunos conocen Magdala como la Pompeya de Israel”.
Miles de peregrinos, miles de voluntarios
El padre Solana presentó también a los asistentes la iglesia Duc in Altum, con dos notables elementos arquitectónicos: el altar, en forma de barca en tamaño natural de las de hace dos mil años, delante de un ventanal que permite ver el lago Tiberíades; y el atrio de las mujeres, formado por 8 columnas de las cuales 7 llevan el nombre de las mujeres que siguieron a Jesús, y la octava está dedicada “a todas las mujeres, que son las grandes transmisoras de la fe”.
Por Magdala Center han pasado “75.000 peregrinos en un año, de los cuales un 30% son judíos y algunos ayudan económicamente, así como 1200 voluntarios para labores de excavación y atención a los peregrinos”, señaló Solana.
La segunda fase del proyecto será la construcción de una Casa de Peregrinos con 170 habitaciones y salas de reuniones para los distintos programas espirituales para jóvenes, matrimonios, sacerdotes, etc., que albergará el complejo. El gobierno de Israel financia un 20% de la obra por su gran interés turístico, y se espera que esté lista para ser inaugurada “en dos o tres años”.
La Fundación Tierra Santa, que convocaba la conferencia, ha apoyado Magdala Center entre otros proyectos que ayudan a la presencia cristiana en Tierra Santa mediante iniciativas de atención y solidaridad con los más necesitados, creación de puestos de trabajo y fomento de las peregrinaciones.